El poderoso gremio estatal de ATE está camino de una inevitable atomización. El kirchnerismo, hasta ahora ajeno y minoritario, se alió a través de Edgardo Depetri y de Milagro Sala a una de las listas que competirán el 2 de septiembre próximo por la conducción nacional del sindicato.
El botín en juego es tentador: una caja de 35 millones de pesos mensuales, presencia territorial con 156 seccionales en todo el país, la representación de 254.000 afiliados e integrar la mesa chica del poder en cualquiera de las dos CTA.
El neuquino Julio Fuentes, actual líder de ATE, irá por una suerte de reelección: enrocará su cargo con el número dos, Hugo Godoy, que ahora encabezará la lista oficialista Anunsate. El intercambio de candidaturas generó los primeros cortocircuitos que terminaron de fracturar al espacio.
Una de las esquirlas de la pelea derivó en la quita de apoyo de Pablo Micheli, jefe de la CTA Autónoma y hombre de peso en la seccional de ATE-Capital. Detrás de la puja, surge una trama político-electoral: Micheli estuvo a punto de postularse a diputado nacional de la mano de Margarita Stolbizer, mientras que la cúpula de ATE está alineada con Víctor De Gennaro, precandidato presidencial por Frente Popular (no superó las PASO) y referente histórico de la CTA y del gremio estatal.
El kirchnerismo, a través de Depetri, siguió de cerca la disputa de los oficialistas y enhebró un trato con un sector díscolo de ATE, en el que se destacan Fernando "Nando" Acosta y Martín Rodríguez, los referentes estatales de Jujuy y Tucumán, respectivamente.
"Nando" Acosta, que cuenta con el respaldo de Milagro Sala, y Miguel Pelandino integrarán la fórmula nacional de la lista Verde y Blanca. Lanzaron su candidatura el 5 de agosto pasado con un acto frente a la sede del gremio. "Vamos a refundar ATE para hacerlo parte del proyecto nacional", dijo Depetri, diputado nacional del Frente para la Victoria. Su mensaje sirvió para escenificar el alineamiento con el kirchnerismo. Depetri, que surgió de la seccional de ATE-Río Turbio, tiene un desafío: "Queremos abrir el debate sobre el peronismo en el gremio y refundar la CTA, sin [Hugo] Yasky y sin Micheli."
Además de los binomios Godoy-Fuentes y Acosta-Pelandino, competirán otras tres fórmulas, todas ellas vinculadas a la izquierda y al sindicalismo más combativo. Se trata de Raquel Blas-Ana Lasta (lista Bermellón); Juan Arnedo-Gustavo Lerer (lista Gris), y Edgardo Castro y Andrés Scanio (lista Naranja Lila).
Sin éxito, Godoy intentó hasta último momento alinear a José Luis Matassa, el líder de ATE-Capital que responde a Micheli. Matassa irá por la reelección en Capital, pero con boleta corta (no llevará a ningún candidato nacional). La de Matassa es una de las seccionales más poderosas.
"No vamos pegados a Godoy porque llevan kirchneristas en las listas y porque están muy ligados al partido de Víctor [De Gennaro]", argumentó Micheli a LA NACION. El referente de la CTA Autónoma reconoció que "la división no es buena" y asimila de antemano que será "un golpe" para la estructura de su central.
Sin embargo, a pesar de las diferencias, que se acentuaron por las alianzas con las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, Godoy advirtió a LA NACION que si triunfa mantendrá la cúpula de ATE alineada con la CTA de Micheli y que no se irá con Hugo Yasky, jefe de la CTA kirchnerista. "El Gobierno quiere fracturar ATE como hizo con la CTA en 2010. Nosotros vamos a seguir siendo un grano en el orto para los intendentes y gobernadores", desafió Godoy.
Depetri rechazó el perfil combativo de sus contrincantes e insinuó que en muchas provincias "no se da pelea", según dijo a LA NACION. Y lanzó una expresión que a futuro podría ser el punto de partida para la unidad en ATE: "En UPCN [el otro gremio estatal] hay kirchneristas que mañana serán sciolistas. Está muy ligado al PJ. En ATE, en cambio, hay diferentes vertientes ideológicas. Yo no voy a ser sciolista, voy a seguir siendo kirchnerista y pienso resistir desde el Congreso y desde el gremio. Queremos darle pelea al poder real".
