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09/07/2015 - LaNacion.com - Noticias

Golpes, gas pimienta y 10 heridos en una asamblea sindical

Los sindicatos suelen caer cada tanto en un clima enrarecido en el que los asuntos se dirimen con violencia. En el episodio de ayer, que involucró a la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), hubo una curiosidad: detrás de la pelea de fondo surge una interna entre Ricardo Cirielli, fiel ladero de Luis Barrionuevo, y Hugo Moyano, impulsor en las sombras de una de las facciones opositoras que quieren tomar el poder en el gremio aeronáutico. Hay otro dato, más colorido: Cirielli, además de ser un aliado de Moyano en cada paro nacional, integra la comisión directiva de Independiente, el club que preside el jefe camionero.

Cirielli lidera APTA desde hace 23 años y el 15 de septiembre próximo finaliza su último mandato. Dispuesto a retener el control hasta 2019, blindó ayer el ingreso a la asamblea que debía elegir a la junta electoral y definir la fecha de los comicios. Fuera del predio que les alquiló a los gastronómicos para desarrollar la asamblea, quedaron unas 500 personas que estaban vinculadas a las agrupaciones opositoras.

El escándalo explotó cuando se informó a los manifestantes que no podrían ingresar porque la capacidad del salón estaba colmada. A las 12 se bajó una persiana y se cerraron las puertas. Afuera habían quedado los opositores, quienes tendrían lazos directos con el moyanismo y otro sector con el Partido Obrero.

Los más indignados derribaron las vallas e ingresaron a la fuerza al romper una persiana metálica. Dentro del salón se desató una pelea golpe a golpe, con sillazos, y hasta se lanzaron bolas de billar. La pelea se disipó cuando una nube de humo, por los gases lacrimógenos, cubrió el campo de batalla. También hubo gas pimienta. Unas 12 personas terminaron heridas. No hubo tiros de casualidad, relataron testigos de ambos bandos.

Todo sucedió en las narices de tres inspectores del Ministerio de Trabajo, que deberán ratificar o anular en el corto plazo el proceso eleccionario de APTA, que cuenta con unos 4500 afiliados. Para el oficialismo, la asamblea fue válida y Cirielli no tendría inconvenientes en continuar al mando del gremio, según informó a LA NACION Jorge Becce, dirigente aeronáutico. Para los opositores, el Ministerio de Trabajo no debería avalarlo.

"Nos atacó una patota que nada que ver tiene con el personal aeronáutico. Era gente vinculada a Barrionuevo", denunció ante LA NACION Cristian Prado, uno de los referentes del opositor Movimiento de Trabajadores Técnicos Aeronáuticos. Prado está alineado a la CGT moyanista y milita en la Juventud Sindical que encabeza Facundo Moyano. Ya había denunciado irregularidades en una asamblea celebrada en mayo, en la que también hubo incidentes.

Barrionuevo, en tanto, desmintió las acusaciones y echó más condimentos políticos al escándalo: "Había gente de Quebracho, de la CTA de [Hugo] Yasky y hasta salieron militantes de una unidad básica que tiene La Cámpora cerca del predio. Moyano no tiene nada que ver en esto", dijo el gastronómico a LA NACION, en un claro intento de no tensar su alianza con el camionero.

Cirielli, que sospecha de una mano del Gobierno para meter infiltrados en su gremio, dijo ayer a LA NACION que tiene imágenes para demostrar que los incidentes fueron provocados por militantes ajenos al sindicato.

Pero anoche, cerca del dirigente aeronáutico, estaban preocupados en desligar a Barrionuevo y a Moyano del escándalo. "No hay un enfrentamiento entre ellos por APTA.".

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