En las declaraciones patrimoniales revelaron importantes incrementos; sueldos anuales de $ 900.000
Por Iván Ruiz | LA NACION
Es una carrera corta, pero intensa. Sólo algunos años de largas jornadas laborales les dejan un legado para todo la vida: casas, autos y dinero en efectivo; en algunos casos, millones. Después, se alejan del entorno presidencial con un aumento patrimonial importante.
Los secretarios privados de Cristina Kirchner volvieron a registrar un fuerte incremento patrimonial en 2014, según consta en sus declaraciones juradas. Sueldos superiores a $ 900.000 anuales y jugosos viáticos por acompañar a la Presidenta en sus giras oficiales son los motivos que aducen para justificar la compra de distintos bienes, según pudo saber LA NACION.
Cristina Kirchner tomó nota: renovó su entorno el año pasado, pero la tendencia se repite. El patrimonio de su secretario Mariano Cabral, por ejemplo, creció 111% en 2014. El resto del equipo que la acompañará en su salida de la Casa Rosada repitió el fenómeno, aunque con números algo más bajos.
El último movimiento fue hace 10 días, con la retirada de Pablo Barreiro, el asistente preferido de la Presidenta. Fue el séptimo secretario presidencial que renunció en los últimos seis años. Casi todos dejaron el poder observados por su enriquecimiento, pero la Justicia los sobreseyó.
Hijo del jardinero de Néstor Kirchner, Barreiro tenía 26 años cuando llegó al despacho presidencial, en 2010. Había heredado la confianza de Ricardo Barreiro, su padre, un íntimo amigo del ex presidente. Algunas fuentes le atribuyen el manejo de las cuentas de Facebook y Twitter de Cristina. Escoltaba a la mandataria en todas sus giras internacionales y en Santa Cruz.
El patrimonio de Barreiro se multiplicó por cinco en sus años como funcionario público. Unos días antes de su renuncia se conoció que la cotización de sus bienes había aumentado 43% durante 2014, número que ratificó la curva ascendente. Informó en su última declaración jurada activos por 1,7 millones. Lo más valioso es la casa que construyó en El Calafate, que valuó en más de $ 1 millón.
Antes de su llegada a la Casa Rosada, Barreiro, que declara estudios secundarios, había participado de una empresa de transporte y otra de turismo junto a su padre. A la vez, los Barreiro abrieron en El Calafate el restaurante Campo Grande.
Barreiro era uno de los pocos que habían sobrevivido a la renovación del entorno presidencial que Cristina Kirchner impuso el año pasado, atenta al posible uso de las influencias que facilita la intimidad con la cumbre del poder. En ese enroque perdieron lugar varios históricos asistentes y se sumaron algunos jóvenes allegados a Oscar Parrilli, entonces secretario general de la Presidencia.
Cabral, uno de los nuevos colaboradores, se sumó al equipo con 28 años. Durante 2014 tuvo el aumento patrimonial más pronunciado: 111%. Declaró un patrimonio de $ 760.000, casi sin detalle de bienes. Otro de los jóvenes secretarios es Diego Bermúdez Bringüe, de 33 años, cuyos activos crecieron 80% en 2014. Informó un Ford Fiesta 2006, depósitos bancarios y 20.000 dólares.
La última polémica salida de un secretario fue la de Martín Aguirres, que llegó a la Casa Rosada con 30 años y quintuplicó sus bienes en sus dos años como funcionario: al momento de ausmir, en diciembre de 2011, tenía $ 320.000 y a fines de 2013, $ 1,5 millones. Compró cinco propiedades en Chivilcoy -incluye una casa de 650 metros cuadrados-, declaró medio millón de pesos en efectivo y sacó un crédito con el Banco Nación. Renunció el 5 de marzo de 2014 debido a las sospechas de enriquecimiento que reveló LA NACION. Como sucedió con otros cinco secretarios privados de Cristina, la Justicia lo sobreseyó.
Héctor Farías Brito, un histórico que acompañaba a Cristina Kirchner desde sus años en el Congreso, también renunció por un escándalo. Era un "todoterreno" que oficiaba de jefe del despacho presidencial con atribuciones como el manejo de la agenda. Se alejó después de que la Justicia encontrara en un allanamiento un sobre con el sello de "urgente" y su nombre manuscrito para que supuestamente una diputada oficialista favoreciera a una aspirante a jueza en el Consejo de la Magistratura. Luego fue nombrado en el Senado como empleado de planta con el contrato más alto.
El equipo que acompaña ahora a la Presidenta está integrado por Carlos Aníbal López, nombrado secretario privado en 2014. Con 56 años, informó un aumento de bienes de 27% en 2014. Declaró una casa de 430 metros cuadrados en Olivos que cotizó en $ 450.000. También una camioneta VW Sharan 2011 valuada en $ 255.000. Y Juan Francisco Alarcón, 42 años, es el último integrante del equipo. Declaró en 2014 bienes por $ 800.000: una casa en Ciudad Evita de 260 metros cuadrados, una Kawasaki Ninja 250 y depósitos bancarios.
EX FUNCIONARIOS EN APUROS
Martín Aguirres
Ex secretario presidencial
Pablo Barreiro
Ex secretario presidencial.
