El 3 de mayo regresé a Buenos Aires desde Roma en la compañía Alitalia. En el momento de despachar el equipaje, como superaba los 23 kilos permitidos, debí abonar el exceso (100 euros). La indignación llegó al comprobar que el peso permitido con destino a Brasil, para igual categoría de pasaje, es de 32 kilos. Me gustaría que alguien me explicara el porqué de esta diferencia, ya que en ambos casos se trata de vuelos intercontinentales.
La experiencia del viaje constituyó un capítulo aparte: 1) Partimos con 45 minutos de retraso, sin explicación alguna y con buen tiempo. 2) Cuando el pasajero que viajaba delante de mí reclinó su asiento, mis rodillas tocaban su respaldo (mido 1,51 m). Para salir de mi lugar debía pasar la pierna por arriba del apoyabrazo. 3) Faltaba aire y cuando reclamé al personal de a bordo, me respondió que "era todo lo que había". Descubrí que en el baño se podía respirar agradablemente, por lo que pasé buena parte de la noche ejercitándome sobre el apoyabrazo para ir a tomar aire al baño.
Sería interesante que la empresa Alitalia observara y replicara políticas de servicio y operacionales de otras empresas, por ejemplo, Emirates.
Liliana Mónica Díaz
