Resulta sorprendente el reiterado recurso de la Presidenta de insertar durante un acto o una presentación un tema alejado del que motivó la convocatoria. Esto ocurrió en Ezeiza durante la exhibición del nuevo avión de Aerolíneas Argentinas. Trasuntando enojo y desplegando su consabida estrategia de la victimización, introdujo el tema de su hijo, al señalar que es atacado por dedicarse a agrupar jóvenes y arrebatar a muchos de ellos de la calle y la droga. Lo que se cuidó de expresar es que su vástago los transforma en una militancia acrítica de acólitos, muchos rentados y seguramente contaminados por la corrupción que los rodea.
Adolfo Outes