Constantini indicó que el "rojo" de la empresa aérea ronda los 15 mil millones de pesos, precisó que el objetivo es cerrar este año con un saldo negativo de entre 420 y 450 millones y estimó que "el déficit cero se puede lograr en tres o cuatro años".
También mencionó que heredó de la gestión kichnerista una situación financiera "grave" y añadió que aún se está trabajando tratando en definir la deuda total de la empresa. "Encontramos una deuda muy grande, a nivel financiero una situación bastante crítica, hay mucho para resolver", señaló.
Además contó que "hasta el día de hoy seguimos recibiendo cartas de deudas que no teníamos conocimientos que existían, venimos tratando de compilar y entender cuál es la deuda total de la empresa" y subrayó que se está "trabajando en entender los balances".
"Es una empresa que no tenía balances, el último balance auditado fue de 2013, estamos ahora cerrando 2014", destacó.
La empresaria remarcó que para revertir esa situación financiera "muy grave" se están "haciendo acciones comerciales muy agresivas para que la empresa pueda crecer". En ese contexto, expresó su convencimiento de "que se puede hacer una empresa sustentable que puede mantenerse por sus propios recursos" pero enfatizó que "necesitamos tiempo".
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"Cuando uno ve la estructura de costos, observa que tenemos algunos vuelos de cabotaje o internacionales que dan pérdidas. La fórmula más sencilla sería que lo que da pérdidas lo eliminamos, pero no lo vemos de esa forma; creemos que, para poder crecer, hay que buscar de qué forma lo podemos convertir para que sea rentable".
En este sentido, dijo para La Nación que no hay "un plan mágico" sino un trabajo conjunto con los gremios para ver como esas rutas sean "viables", ya que "no podemos ser una empresa que depende de subsidios del Estado todo el tiempo".
Constantini aseveró que el objetivo de su gestión es que a Aerolíneas Argentinas se convierta en "la mejor opción para cualquier cliente" y para eso "hay que mejorar el servicio", concluyó.
