La búsqueda de que el demostrador tecnológico IA-100 se convierta en el entrenador elemental IA-74 para cubrir la necesidad de aeroclubes de todo el país de renovar sus flotas, y las negociaciones con grandes aeronáuticas internacionales para proveerlas de componentes elaborados en material compuesto son dos de las iniciativas más importantes que barajan las nuevas autoridades de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) para reducir su dependencia de los programas de desarrollo militar.
El nuevo presidente de FAdeA, Ercole Felippa, recibió a Télam en la planta de la provincia de Córdoba días después de que el IA-100 volase por primera vez; y en ese sentido destacó que "cuando asumimos el cargo hace cuatro meses nos encontramos con este proyecto que resultaba muy interesante y le pedimos a sus responsables que le dieran continuidad".
El funcionario subrayó que "al IA-100 lo que esta gestión le añade es una mirada de mercado pensando que esta puede ser la base de un avión más accesible que este demostrador y que no sea solo para entrenamiento militar, sino también para las primeras horas de vuelo de muchos pilotos civiles".
El directivo apuntó que "el primer paso era que el avión vuele y en eso cubrió ampliamente las expectativas de manera muy satisfactoria; entendemos que para este proyecto existe un muy amplio mercado interno que trasciende lo militar y que también en el mercado externo va a encontrar posibilidades en las fuerzas aéreas de otros países".
"En la medida que podamos poner en marcha todo el aparato productivo de esta fábrica, no solo con el IA-74, sino con el Pampa y el Puelche, muchas pymes tecnológicas van a poder crecer y desarrollarse como proveedoras de FAdeA", agregó. Felippa aclaró que "el corazón del negocio de FAdeA es el Pampa, donde hay contratos vigentes y demandas concretas no solo de la Fuerza Aérea y la Armada, sino también la posibilidad de producir estructuras para que una empresa europea les integre componentes israelíes y los exporte a mercados como el africano".
"Este 2016 sirvió para corregir aspectos macro que convertían a FAdeA casi en inviable, y aunque hoy es una empresa con fuerte dependencia de la Fuerza Aérea y por eso creamos un área de desarrollo de negocios para hacer que no dependamos sólo de eso; queremos seguir cumpliendo con los objetivos estratégicos y a la vez generar nuevos clientes que no nos hagan dependientes de un solo cliente".
El funcionario ejemplificó: "con el Banco Nación acordamos el financiamiento del avión Puelche que como por su capacidad para actuar como aeroaplicador es considerado una herramienta agrícola, y en el caso del IA-74 aspiramos a fomentar un instrumento de financiamiento similar que facilite la adquisición del producto a los aeroclubes".
Felippa indicó que "hay un nivel de demanda mundial por parte de las grandes aeronáuticas en cuanto a proveedores en momentos en que nuestra área de material compuesto que hace piezas del KC-390 de Embraer tiene una enorme capacidad ociosa para utilizar en cualquier otro proyecto; por eso hablamos con varias empresas y días pasados nos vino a inspeccionar Airbus y se fueron muy bien impresionados, también la brasileña Embraer nos pidió que coticemos más componentes del KC-390".
"Hoy estamos sentados en todas las mesas de negociación del ministerio de Defensa cuando se habla de adquirir material bélico con el objetivo de integrarnos en esas negociaciones a través del sistema offest y que parte del pago del producto sea en elementos producidos por FAdeA", completó.
El vicepresidente de FAdeA, Fernando Sibila, dijo a Télam que "los negocios que se venían desarrollando bajo contrato los estamos analizado para priorizarlos, jerarquizarlos y reordenarlos; sobre todo para cumplir con nuestros plazos de entrega y recomponer confianza con clientes y proveedores".
"Queremos llevar a la fábrica a convertirla en proveedora de primer nivel (Tier 1) de los grandes jugadores mundiales de la aeronáutica, produciendo y desarrollando para ellas estructuras y aeropartes completas", añadió.
