Hace 60 años, en agosto de 1956, la empresa aérea Aerolíneas Argentinas realizó su primer vuelo, con carácter “experimental”, entre Buenos Aires y Bahía Blanca.
Aquel viaje entre el aeroparque Jorge Newbery y el aeropuerto de Villa Harding Green fue el paso previo a la habilitación de un servicio regular.
La nave utilizada fue un DC-4, con capacidad para 55 pasajeros, cuatro motores de 1800 HP, capaz de desarrollar una velocidad de 350 kilómetros por hora.
“Este viaje -señaló el comandante Emilio Romeo- prueba que Aerolíneas Argentinas, con la nueva tónica del país, consideró una necesidad dotar a Bahía Blanca de un servicio adecuado a su importancia, que la coloca entre las primeras ciudades del país”.
Se anunció la instrumentación de dos vuelos diarios: uno a las 8:45, otro a las 20:45, con el pasaje -ida y vuelta- a 505 pesos.
“Todo se debe a la feliz iniciativa de Aerolíneas, que resolvió tender un puente espacial gigantesco entre la capital y la virtual capital del sur argentino”, señaló este diario.
El viaje inaugural tuvo lugar el primero de septiembre de 1956. A las 10 llegó el DC-4 con invitados y periodistas de “La Nación”, “La Prensa”, “Crítica” y “Clarín” y de las radios Splendid, Belgrano y El Mundo.
Aquí se sumaron, entre otros, monsenor Germiniano Esorto; José del Valle Montilla, periodista de esta casa; Luis Vera, director de “Democracia”; Esther Beatriz Serruya, de LU3, y los empresarios Mario Zuntini y Mario Salvadori.
“Aerolíneas contribuirá para que esta ciudad alcance el plano preponderante a que aspiran sus fuerzas vivas”, dijo un directivo de la compañía.
Hoy la empresa sigue brindando ese servicio, cubriendo la que es la única ruta existente entre nuestra ciudad y las 55 terminales aéreas del país.
