La firma boliviana tendría un seguro de u$s25 millones, insuficiente para su rango
Lo que a última hora del lunes, en los primeros análisis de la tragedia, crecía como motivo principal de la misma, se fue confirmando poco a poco en la jornada de ayer a raíz de conocerse dos tramos de conversaciones grabadas mantenidas por algunas aeronaves con la Torre de Control del aeropuerto de Medellín.
De acuerdo a esos contenidos, el experto aeronáutico Jorge Polanco coincidió en que la caída del avión fue por falta de combustible, tras descifrar las grabaciones que circularon por las redes sociales de un copiloto de otro avión (de la empresa colombiana Avianca), quien escuchó el último diálogo entre la Torre de Control y el comandante de la aeronave de Lamia.
Según versiones, la aeronave pudo haberse reabastecido de combustible en Bogotá
“La grabación confirma que el avión se quedó sin combustible”, aseguró el especialista tras afirmar que “no hay diferentes alertas, hay una sola, y la posibilidad de cualquier piloto cuando sabe que se quedó sin combustible es declarar la emergencia”.
Sin dudarlo, Polanco se refirió también a las distintas versiones que circularon. “Se dijeron muchas mentiras para justificar una acción poco profesional, y por poco quieren hacer un héroe de alguien que es otra cosa”, disparó.
Asimismo, en diálogo con radio Belgrano expresó que “el error de la empresa fue pensar que se podía volar 2.900 kilómetros con un avión que tenía esa distancia como autonomía máxima. Siempre hay que guardar 30 minutos extras de combustible para cualquier imprevisto”.
Al mismo tiempo, recordó que “Lamia ya había tenido accidentes donde había controles más laxos, que le han cortado los seguros hace unos meses y los seguros que tenían para responsabilidad civil no cubren la décima parte de lo que debería tener”, revelando que la empresa “tiene un seguro de 25 millones de dólares cuando tendría que ser de 400 y no tiene seguro del casco del avión”, marco que lo llevó a calificar sus vuelos como “un gran negociado”.
Lamia se creó en 2009 con capitales venezolanos pero pasó a operar en Bolivia en 2014
El piloto del avión que se accidentó, en el que murieron 71 personas y otras seis resultaron con heridas de gravedad, “sabía que venía sin combustible”, dijo Polanco en charla con Radio El Mundo.
El recorrido entre Santa Cruz de la Sierra y Medellín es de 2.965 kilómetros y “evidentemente el cálculo no estaba bien hecho”, añadió, aclarando que los aviones no tienen tanque de reserva.
Tres jugadores, dos tripulantes y un periodista
Optimismo por los sobrevivientes
El futbolista Alan Ruschel es de los seis sobrevivientes de la tragedia quien se encuentra en peores condiciones de salud, su estado es “crítico y con diagnóstico reservado”, aunque se encuentra “estable”. El jugador, de 27 años, fue operado con éxito de una fractura en su columna vertebral.
Otros dos sobrevivientes, la azafata Ximena Suárez, y el técnico de aviación Erwin Tumiri, ambos pertenecientes a la tripulación boliviana del avión siniestrado, se encuentran internados con un pronóstico favorable.
Además de Suárez y Tumiri, quienes permanecen junto a Ruschel en la Clínica Somer del municipio de Rionegro, en la región colombiana de Antioquia, también sobrevivieron los futbolistas Jackson Follman y Helio Neto, y el periodista Rafael Valmorbida Henzel, quienes fueron ingresados en distintos hospitales cercanos a Medellín.
