No sólo en materia social, política y económica la administración kirchnerista ha sido un verdadero descontrol, sino que en materia de Defensa su tarea fue un desastre que llevó a que el país se convirtiera en un colador para la llegada del narcotráfico y para el virtual desguace que sufrieron las Fuerzas Armadas durante los 12 años de gobierno K.
Este desguace se puede ver claramente en la denominada Campaña Antártica, donde la ruptura del Barco rompehielos emblema de la Armada argentina, el Almirante Irízar, llevó a que se contrajera el alquiler de una nave rusa y de un avión australiano, que llevó a que el rojo en esta materia ascendiera a la suma de 22 millones de dólares por parte de la administración de Cristina Kirchner.
El desconocimiento total de la materia, sumado a un relato que hablaba de una renovación en las Fuerzas Armadas que nunca se llevó adelante, hicieron que durante años se retrasara el pago de servicios y a los proveedores de la campaña antártica, convirtiendo la misma en una odisea, poniendo en riesgo la campaña 2015-2016.
Según se pudo saber desde el Ministerio de Defensa que comanda el radical Julio Martínez, el ex ministro K del área, Agustín Rossi, no cumplió con los pagos a los que la Argentina se había comprometido, por lo que el buque ruso Vasily Golovnin que debía llegar al país el pasado 4 de diciembre para iniciar la carga que lleva la provisión a quienes se encuentran en la Antártida argentina, todavía no ha llegado, corriendo peligro de esta manera que luego no pueda pasar por el cierre de los hielos en el sur del mundo.
El gobierno kirchnerista es el gran responsable de que la Argentina pueda llegar a no contar con su campaña antártica este año, ya que desde el ministerio que conducía Rossi en su momento, no se cumplió por falta de fondos, con el pago del llamado Servicio de Buques y helicópteros de gran porte antártico.
Solo en este 2016, el alquiler del buque ruso y de aeronaves australiana, le insumirán al Estado nacional casi 330 millones de pesos, a los que se le deben sumar una deuda que se mantiene con YPF y la Fuerza Aérea por otros casi 200 millones de pesos, haciendo de la actividad una materia casi imposible de sustentar.
Otra herencia del gobierno kirchnerista que Cambiemos debe modificar al corto y mediano plazo, porque sino la histórica campaña antártica que lleva adelante el país desde hace décadas, corre peligro de que no se lleve adelante debido a la desidia y los malos manejos de la administración kirchnerista.
