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16/01/2016 - La Nación - Nota - Economía - Pag. 22

Sin el aporte de Aerolíneas, quebró Sol y dejó de volar

Canceló sus servicios y Dietrich acusó a la gestión anterior; afecta a 250 trabajadores

Fueron muy pocas las horas que Sol Líneas Aéreas pudo mantenerse en vuelo después de queAerolíneas Argentinas rescindiera el contrato que la sostenía y que le costaba a la empresa estatal alrededor de un millón de pesos por día.

"Sol anuncia que a partir del día viernes 15 de enero del corriente año cesará sus actividades", dijo el comunicado. La noticia se esperaba. En la semana, mientras los ejecutivos de la aerolínea de bandera y los de la empresa rosarina negociaban y se intimaban con cartas documento, las áreas de operación avanzaron en un esquema para poder reubicar a los pasajeros que quedarían varados.

El ex presidente de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde dijo que no era verdad que el controvertido contrato le costaba a la compañía estatal un millón de pesos por día. "Era un excelente negocio paraAerolíneas Argentinas, Sol y todo el país. Sol no vivía de la teta del Estado", declaró Recalde.

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, no se quedó callado. "Con su bolsillo de payaso [Aerolíneas ] iba distribuyendo plata por todos lados", graficó.

Unos 250 trabajadores se movilizaron inmediatamente. En diferentes aeropuertos hubo manifestaciones. Por la tarde, representantes de los gremios y de la empresa se reunieron en el Ministerio de Trabajo. Los ejecutivos de Sol confirmaron la decisión de cerrar la línea. Si bien se pasó a cuarto intermedio hasta pasado mañana, nada hace presumir que se revierta el cierre.

Desde la llegada de la nueva conducción a Aerolíneas Argentinas, liderada por Isela Costantini, se empezaron a revisar gran cantidad de contratos. El de Sol llamó la atención por el costo que implicaba para la empresa de mayoría estatal, además de que no se entendía la conveniencia operativa de contratar aviones pequeños cuando los más chicos de el grupo Aerolíneas, los Embraer, vuelan menos de lo que podrían.

Recalde y el entonces director financiero de Aerolíneas, Pablo Ceriani, firmaron en agosto pasado un acuerdo con la aerolínea rosarina -que estaba prácticamente quebrada- en el que se comprometían a pagarle a Sol una suma fija mensual en dólares por 210 horas de vuelo más el costo del combustible. Lo que más llamó la atención es que por contrato y sin importar si el avión viajaba vacío o lleno, le aseguraban una ganancia en dólares del 12% de los costos de explotación a sus colegas rosarinos.

Por la mañana, y con la compañía cerrada, fue Recalde el que abrió el fuego discursivo. Quizá conoce que un grupo de abogados miró con detenimiento si el acuerdo no configuraba asociación ilícita. Usó los micrófonos de Radio Nacional y de Del Plata. El blanco fue Dietrich. "Entiendo que está mal informado o tiene muy mala fe. Está tomando el costo, pero no los ingresos", dijo. Luego agregó que Aerolíneas "alquilaba horas de vuelo a Sol" y que esa operatoria es normal en todo el mundo. No dijo, claro está, que la ganancia que le aseguró a la empresa casi quebrada la convirtió en estos meses en una de las aerolínea más rentables del mundo ya que esta es una industria con ganancias muy bajas que están, en el caso de las más eficientes del mundo, en el rango del 5%. Sol más que duplicaba ese índice ya que se aseguró 12 por ciento.

El ministro recogió el guante y le contestó en la misma mañana. "La situación esta es un terrible escándalo que hemos detectado, en el cual Aerolíneas con su bolsillo de payaso iba distribuyendo plata por ahí, por todos lados. Todo lo que vemos es mal uso de recursos", disparó Dietrich en Radio 10.

"Hay una persona que manejaba, Mariano Recalde, que a meses de terminar su conducción firmó un acuerdo con una empresa y dice «Te aseguro una ganancia de 70 millones de pesos por año, pase lo que pase». Aerolíneas paga esto cuando tiene un problema gigante, económico, y paga a un costo 80% más caro lo que cuesta cada uno de los asientos que vende ella misma. Actuó con total impunidad con estas cosas", cuestionó el ministro de Transporte.

Por su parte, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se lamentó por el cierre de Sol Líneas Aéreas y dijo que, si bien entiende las razones esgrimidas por el gobierno nacional, "no podemos tener una mirada sólo desde Buenos Aires para tomar una medida de este tipo".

Lifschitz conocía perfectamente el problema por el que atravesaba la empresa que emplea 250 trabajadores. Dijo que en la última charla que mantuvo con el presidente de la compañía, Horacio Angeli, le dijo que pensaba declarar la quiebra.

Los movimientos para la extinción de la empresa empezaron en 2014. Sol fue siempre una empresa ligada al grupo financiero Transandina. Sin embargo, en la aerolínea aclaran que legalmente las aguas se separaron y se desvinculó del Grupo Transatlántica. Horacio Angeli vendió sus acciones, aunque en agosto pasado, cuando se incorporaron los socios españoles de Air Nostrum, lo incluyen como "asesor externo". Quizá Lifschitz no sabía que su interlocutor era un asesor externo o quizá, como tantas veces, los vericuetos societarios se utilizan para construir fachadas para esconder a los verdaderos dueños.

Según datos del Banco Central, Sol tiene una deuda comercial con el Banco Nación de 7,93 millones de pesos en situación de atraso de 90 a 180 días. Pasado mañana, la novela seguirá en el Ministerio de Trabajo para despejar la única duda que queda: qué pasará con los 250 empleados que volaban en Sol.

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