Los trabajadores hicieron asambleas en diferentes terminales aéreas; en el Aeroparque hubo ocho servicios suspendidos y demoras de hasta 7 horas
Largas colas y fastidio entre los pasajeros.Foto:LA NACION/Fernando Massobrio
Por la realización de asambleas gremiales entre los controladores del tráfico aéreo durante media mañana, hubo ayer demoras y cancelaciones en el aeroparque Jorge Newbery. Se registraron allí retrasos de hasta siete horas en la partida de los vuelos y por lo menos ocho servicios, la mayoría pertenecientes a la empresa Aerolíneas Argentinas, debieron ser suspendidos y reprogramados. Los problemas afectaron a aeropuertos de todo el país y el fastidio de los pasajeros varados se hizo notar.
Desde las 4.35 hasta las 7 no hubo inconvenientes, pero a partir de esa hora los controladores aéreos agrupados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) desarrollaron asambleas en terminales de distintos puntos del país, lo que complicó el normal funcionamiento de los servicios.
En una misiva presentada el viernes último en el Ministerio de Trabajo nacional, los delegados habían declarado "el estado de alerta y movilización con quite de colaboración en todo el país" y anunciado que el primer día de febrero (ayer) comenzarían con la medida.
Marcelo Belelli, delegado de ATE, indicó a LA NACION que se realizaron reuniones informativas. "Sin ninguna comunicación previa de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), nos juntamos para plantear los reclamos, como el pase a planta permanente o los acuerdos de seguridad que habíamos firmado con la gestión anterior", agregó el gremialista tras un encuentro con autoridades de la cartera laboral que se repetirá mañana.
Belelli interpretó que "no hubo paro" y que "la dinámica de la asamblea redujo la cantidad de personal trabajando, lo que generó demoras en, por ejemplo, la confección de los planes de vuelo".
Sin suficientes supervisores de tránsito aéreo, ocho vuelos que debían partir desde el aeroparque metropolitano con destino a Mar del Plata, Neuquén, Córdoba, Posadas, Bahía Blanca, Mendoza y Punta del Este fueron cancelados por Aerolíneas Argentinas y Austral entre las 7.10 y las 8.25. La asamblea provocó, además, el retraso en las partidas de más de 30 servicios. Por ejemplo, un avión de LAN que debía viajar a las 8.45 hacia El Calafate terminó despegando, según la grilla de Aeropuertos Argentina 2000, a las 15.21.
"Molestan al pueblo y no tratan de negociar por las vías adecuadas", dijo Marcelo Bruner a LA NACION. Su tono de voz marcaba la molestia: había arribado a la ciudad de Comodoro Rivadavia luego de esperar en el Aeroparque más de dos horas y media. Su vuelo de Aerolíneas Argentinas debía salir a las 8.35, pero lo hizo a las 10.56.
Leandro Núñez, otro pasajero demorado, contó que cuando llegó a la terminal porteña se anunció que había una asamblea de los controladores aéreos. "Después de una hora, la gente se impacientó y empezó a aplaudir. Nadie sabía decir cuándo se normalizarían las operaciones", agregó. Su jornada laboral se retrasó por este problema.
Santiago Desanti y su familia debían salir a las 9.25 desde Buenos Aires hacia Bariloche, pero su vuelo de vacaciones terminó reprogramado para las 11.45. No sólo estaban indignados por la demora. Una botella de agua y dos sándwiches comprados en la terminal les costaron $ 100.
Alrededor de media mañana, la asamblea de los trabajadores finalizó y, con el transcurso de las horas, la situación empezó a normalizarse, aunque las quejas persistían en las redes sociales.
