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15/07/2016 - mdzol.com (Mendoza) - Nota

El derribo del MH17 en Ucrania, sin culpables dos años después

Un misil lo impactó. 298 personas iban en el avión, de vacaciones, a un congreso sobre el sida, a visitar a su familia o sólo de vuelta a casa.

Corría el 17 de julio de 2014. 298 personas volaban a bordo del MH17 de Malaysia Airlines de Ámsterdam a Kuala Lumpur de vacaciones, a un congreso sobre el sida, a visitar a su familia o simplemente, de vuelta a casa. Pero a las 15:20:03 horas un misil explotó a 10,1 kilómetros de altura cerca de la cabina del piloto.

Miles de partículas metálicas perforaron el Boeing, que se rompió en pedazos y se precipitó al suelo. Todos murieron.

Han pasado dos años y hasta ahora las familiares de las víctimas no han recibido una respuesta a su pregunta de quién fue responsable del accidente.

El fiscal holandés Fred Westerbeke comprende la frustración, pero también sabe que no se trata de una investigación normal: el "escenario del crimen" está situado en medio de una zona de guerra en el este de Ucrania.

Y para complicar aún más las cosas: si las pruebas apuntan finalmente a una responsabilidad de Rusia, ello tensará aún más las ya difíciles relaciones de Occidente con Moscú lastradas por la anexión rusa de la península de Crimea y su apoyo a los rebeldes separatistas del este de Ucrania, así como por las sanciones económicas vigentes.

Sin embargo, los investigadores no tienen las manos vacías. "Hemos llegado muy lejos", asegura Westerbeke, que dirige las investigaciones penales internacionales.

Además de Holanda, que dirige las investigaciones por tratarse del país con mayor número de víctimas en el accidente, participan en ellas Australia, Malasia, Bélgica y Ucrania.

Pero los investigadores se mueven en un campo político minado: Rusia y Ucrania se acusan mutuamente del derribo del avión. Las investigaciones técnicas reforzaron, sin embargo, la sospecha de la responsabilidad de los rebeldes separatistas prorrusos.

El consejo de seguridad holandés que investiga la catástrofe concluyó el pasado octubre que el avión fue derribado por un misil de tierra para la defensa antiaérea tipo Buk, que habría sido lanzado desde territorio controlado por los rebeldes.

Sin embargo, Moscú rechazó la investigación por falta de objetividad, pese a que expertos rusos participaron en ella.

Los investigadores penales deben ir más allá que los expertos técnicos: deben probar sin lugar a dudas la cuestión de la responsabilidad: ¿Quién apretó el botón? ¿Fue un error? ¿Quién suministró el misil? ¿En las imágenes del radar se veía claramente que el MH17 era un avión civil?

Once contenedores llenos de escombros y restos del avión accidentado están pendientes de transportar al aeropuerto militar holandés de Gilze-Rijen. Algunas de las partes no llegan al tamaño de un centímetro cúbico y otras pesan hasta 6.000 kilogramos.

"Todo lo que investigamos es cuestionable", se queja el director de las investigaciones técnico-criminales, Gerrit Thiry. "No tenemos nada en las manos a partir de lo cual podamos saber con seguridad que es real y auténtico". Al fin y al cabo, todo puede manipularse, por cualquiera de las partes.

Los técnicos criminólogos no pueden siquiera saber con total certeza que los trozos analizados proceden del lugar del accidente. Porque en las semanas posteriores a la catástrofe casi todo el mundo pudo acceder a la zona: periodistas, fotógrafos, rebeldes, habitantes.

En la zona del accidente se encontró un fragmente de un misil Buk, pero la prueba definitiva de que realmente el proyectil fue responsable del crimen fueron pequeñas partes de metal encontradas en los cadáveres del piloto y de su copiloto.

Otro aspecto que sigue complicando las investigaciones es que Moscú aún no ha entregado importante información. "Nos gustaría, tener por ejemplo, material de misiles Buk para comparar", dijo el fiscal general Westerbeke poco después de una visita a Moscú, donde volvió a pedir apoyo una vez más.

Los investigadores tampoco tienen las imágenes de radar originales de Rusia y Ucrania.

Todo pese a que Moscú se ha declarado dispuesto a cooperar. La Justicia otorgará "toda la asistencia legal necesaria para una investigación completa y objetiva", anunció un portavoz tras la visita de los investigadores.

En septiembre, el fiscal general Westerbeke dará a conocer con qué arma fue derribado el avión y desde qué lugar. Además está convencido de que también identificará a los responsables.

Pero entonces surgirá otra gran pregunta: ¿Serán llevados en algún momento ante la Justicia?

Por Annette Birschel, Dpa.

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