La incapacidad mostrada por la juventud kirchnerista para el manejo de la gestión, no quedó demostrada solo en Aerolíneas Argentinas con Mariano Recalde, sino que se vio también en la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA).
Convertido en una cueva de ñoquis de militantes rentados de La Cámpora, FAdeA se convirtió en una especie de empresa fantasma, donde abundaban los empleados y no se construía ninguna clase de aviones para el país.
La nueva presidenta de la firma estatal, Cristina Salzwedel, enfatizó ayer que la empresa incrementó su patrimonio negativo en un 1000% en los últimos dos años, perdiendo solo en el 2015, la escalofriante suma de 1.401 millones de pesos.
Para demostrar el desfasaje del relato K, Salzwedel destacó que en una empresa que estaba casi paralizada y sin producción propia, el año pasado se pagaron 33 millones de pesos por horas extras y 14 millones de pesos por servicios en comisión.
De esta manera, queda en evidencia los turbios manejos que el camporismo efectuó en sus años de gloria política de la gestión gubernamental, solo sabiéndose valer del Estado para conseguir cargos rentados, ocasionándole al país cuantiosas deudas y ningún beneficio.
