Una y otra vez, ya van dos veces en un año que sufro robos de mis pertenencias cuando llego a Ezeiza. Digo yo... si no se puede ser capaz de controlar los delitos en un aeropuerto, ¿qué nos queda cuando salimos a la calle? Evidentemente, hay una mafia y nadie le quiere poner un freno. Al darme cuenta, al pasar por la Aduana, de que el candado estaba totalmente roto, la persona que estaba ahí me dijo que hablara con personal de PSA, a quien consulté. Ante mi asombro, me dijo que la próxima vez le pusiera plástico a la valija, y me envió a hablar con la aerolínea (American Airlines). Pregunté a una persona de la compañía y me dio una dirección en pleno centro, a donde debo ir con la valija rota para así poder abrir un expendiente por la maleta y otro por los objetos robados. Está todo hecho para que uno desista de hacer el reclamo.
Todo vergonzoso, el agente de seguridad, la burocracia de la aerolínea.
Lucila Anderson
