La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) se declaró ayer en estado de "alerta y movilización" y amenaza poner en marcha en los próximos días un plan de lucha que podría paralizar los vuelos domésticos e internacionales de todas las empresas aerocomerciales, en rechazo a la política sectorial de la gestión macrista, a la que acusan de poner en riesgo el futuro del empleo en la actividad. La decisión fue adoptada en el marco de una asamblea convocada por el gremio que conduce Pablo Biró a través de un documento en el que los pilotos señalaron que "ha llegado el momento en que debemos unir todas nuestras fuerzas y nuestra solidaridad para defender el trabajo y la carrera profesional, ya que la política aerocomercial que se está desarrollando en el país pone en riesgo nuestro trabajo y las condiciones en que el mismo se desenvuelve".
En el texto, el gremio acusó al Gobierno de plantear "bajo distintos eufemismos, un mercado cada vez más desregulado, con menor intervención de los organismos de control, y una creciente extranjerización de los vuelos que, inevitablemente, terminarán afectando nuestro empleo".
Y destacaron que esas medidas contemplan "los supuestos acuerdos bilaterales, sin una real reciprocidad, códigos compartidos que son un puente utilizado para direccionar el pasaje del país a través de empresas extranjeras y autorizaciones para operar a nuevas empresas que pretenden desconocer los derechos de la legislación nacional", entre otras.
Por ese motivo, y en paralelo a las negociaciones que mantienen con las autoridades de Aerolíneas Argentinas por la definición del aumento salarial en la aerolínea de bandera, el gremio se declaró en "estado de alerta y movilización" y alertó con iniciar un plan de lucha en las próximos días.
