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Parece que sí.
Frente al dolor, a la angustia, a la desesperación de los familiares y amigos; y de cara a la sociedad que sigue atenta para conocer novedades del avión desaparecido hace ya 13 días -Mitsubishi LV-MCV- pareciera que desde algunos medios de comunicación se le da crédito en potencial al crecimiento de una bola de nieve oscura, que lejos de apuntar a investigar sobre las escasas evidencias existentes, apunta a enturbiar más el hecho y a responsabilizar a quienes cumplieron con todos los protocolos de procedimiento hasta el momento en el cual el controlador de tránsito aéreo dio el aviso para que se active el SAR. SERVICIO DE BUSQUEDA Y SALVAMENTO.
Los nubarrones surgieron a partir de una noticia con entrevista incluida realizada por Nicolás Wiñaski y Luciana Geuna el jueves pasado en la señal de cable TN, donde se asegura que una fuente del Ministerio de Transporte afirma que el avión perdido funcionaba con normalidad y que el mismo fue detectado por un radar Uruguayo. Como efecto derrame algunas .com de distintas provincias del país le pusieron nombre y apellido a la fuente que cito TN. Guillermo Dietrich, Ministro de Transporte de la Nación.
Llamativamente en ninguna de las notas publicadas se mostraron como pruebas, ni el extracto de pantalla radar de Uruguay, ni el certificado técnico que acredite el total funcionamiento de los instrumentos de la aeronave.
Cuestión que la confusión generada y el telón de oscuridad desplegado desde estos medios, puso en duda el buen desempeño de los controladores aéreos omitiendo que desde Eana SE, se procedió según indican los manuales y que la responsabilidad de la puesta en marcha del SAR es competencia de ANAC.
El aviso de activación del SAR el controlador de tránsito aéreo lo dio entre los 20 y 35 minutos posteriores al último contacto radial con la aeronave Mitsubishi LV-MCV, mientras que la puesta en marcha del mismo desde ANAC se realizó tres horas más tardes por razones hasta ahora desconocidas.
Frente al misterio que crece mientras no aparezca la aeronave y sus ocupantes, flaco favor se le hace a la sociedad y al sistema si desde distintos sectores se siembran dudas sobre supuestos incomprobables.
Que el sistema de fiscalización de la máxima autoridad aeronáutica del país –ANAC- debe ser mejorado y más riguroso no lo duda nadie en el ambiente y esta realidad persiste en el silencio de muchos, al tiempo que también está claro que la falta de inversiones en el control de tránsito aéreo que estuvo en manos de Fuerza Aérea, luego en ANAC y desde hace un año en EANA debe mejorarse como se viene haciendo con la puesta en servicio de nuevos ILS y los sistemas de aproximación satelital PBN.
La tarea será ardua. El misterio que hoy vivimos en el país, tuvo origen en el lugar del país donde están los mayores controles disponibles. Es sin dudas una bisagra para el sistema, una alerta encendida en la cual por causas desconocidas el Mitsubishi perdió contacto con un radar que en ese mismo momento monitoreaba sin problemas los demás tránsitos –aviones- que estaban en la zona.
Para evitar este tipo de hechos con idoneidad y profesionalismo no alcanza, es imprescindible un nivel de inversiones importante en todos los organismo aeronáuticos para contar con todo el equipamiento necesario y para maximizar los controles de todo; en tierra y aire, cosa que hoy no sucede en el caso de ANAC pero que si se viene implementando en EANA empresa que en agosto pasado cumplió su primer año de vida.
