En julio la baja fue del 58%
Los subsidios del Estado nacional a sectores económicos alcanzaron en los primeros siete meses del año a 128.696 millones de pesos, con una baja interanual del 10,3 por ciento, informó hoy la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
“Este comportamiento denota un marcado contraste con el impulso observado durante 2016 (del 35 por ciento interanual), lo cual se explica por el efecto de la suba de tarifas de los principales servicios públicos”, destacó la entidad en su último informe sobre la Administración Pública Nacional.
En el caso particular de julio, la baja interanual fue muy significativa, del 58 por ciento, añadió.
En los primeros siete meses, las transferencias de carácter corriente (subsidios propiamente dichos) sumaron 105.295 millones de pesos, lo que representa un 16 por ciento menos que lo gastado en igual período de 2016.
Por su parte, las transferencias para gastos de capital alcanzaron en el mismo período a 23.405 millones de pesos, con una suba del 29 por ciento.
Los subsidios al sector energético, que crecieron un 53 por ciento en 2016 y un 14 por ciento en los primeros tres meses de 2017, retrocedieron un 19,6 por ciento en el segundo trimestre y un 63,3 por ciento adicional en julio, promediando una baja del orden del 23,9 por ciento en el acumulado del corriente año.
En términos nominales, se devengó una suma cercana a los 61.350 millones de pesos ( 19.250 millones menos que en igual período de 2016).
Las asignaciones destinadas a CAMMESA, que financia el suministro eléctrico, sumaron 36.850 millones menos que un año atrás (30.000 millones contra 66.850 millones, -55 por ciento).
Como contrapartida, se gastaron casi 17.700 millones de pesos en el denominado “Plan Gas”, que contrastan con algo menos de 2.000 millones que devengó el programa en igual período de 2016.
También se destinaron 4.100 millones de pesos a ENARSA (- 2.800 millones -41 por ciento).
Los subsidios al transporte, tras crecer un 18,4 por ciento en el primer semestre, mostraron una marcada caída en julio del 51,4 por ciento, promediando en siete meses un incremento del orden del 8,9 por ciento.
En términos nominales, fueron 39.200 millones de pesos (+ 3.190 millones), concentrada principalmente en dos grandes grupos, transporte automotor y ferroviario, y con una incidencia muy inferior, el transporte aerocomercial.
Las asignaciones para el transporte automotor sumaron 21.600 millones de pesos (+7,5 por ciento) y se destinan mayormente al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (18.100 millones, + 15 por ciento), que tiene a su cargo las compensaciones a colectivos y micros de media y larga distancia (gastos en personal) y, con una incidencia muy inferior, a empresas petroleras para el financiamiento de combustible a precio diferencial para el transporte público.
Las asignaciones para el transporte ferroviario sumaron 14.500 millones de pesos (+14,5 por ciento) y las destinadas al transporte aerocomercial fueron de 2.338 millones (-27 por ciento).
Estas últimas se concentran principalmente en Aerolíneas Argentinas ($ 1.990 millones, - 37,8 por ciento), Austral Líneas Aéreas ($ 310 millones) y en la recientemente creada Empresa Argentina de Navegación Aérea ($ 37 millones).
Las empresas públicas no vinculadas al transporte ni a la energía demandaron transferencias para sus gastos de funcionamiento por 2.940 millones de pesos, 53 por ciento menos de lo asignado en igual período de 2016, principalmente con motivo de la quita de subsidios para AYSA (-$ 3.300 millones).
