La aerolínea aseguró no obstante en su página internet que encontró una solución alternativa para el 80% de los pasajeros afectados.
Alitalia, que acumula pérdidas desde hace años, fue puesta bajo tutela gubernamental el 2 de mayo a petición de sus accionistas, después de que el personal rechazara una reestructuración que preveía suprimir 1.700 puestos de trabajo.
El gobierno, que ha descartado toda nacionalización, busca un comprador para toda, o una parte, de su actividad. El 49% de la compañía es propiedad de la aerolínea emiratí Etihad.
La jornada de huelga, fijada desde hace varias semanas, se produce cuando está en marcha el debate sobre las modalidades del procedimiento de desempleo técnico, anunciado el miércoles para 1.358 de los 12.500 empleados.
Una parte del personal protesta también contra el impago de varias primas en las nóminas de mayo, aunque los tres administradores han prometido que la situación se regularizará el próximo mes.
Con las arcas vacías, Alitalia recibió a principios de mayo un préstamo puente de 600 millones de euros del gobierno para permitirle garantizar los vuelos durante seis meses.
Sin embargo, pese a las campañas de promoción que prometían reducciones importantes, la compañía italiana no tranquiliza a las agencias de viajes y pasajeros, que prefieren volar con la competencia por miedo a perder sus pasajes.
