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10/02/2018 - Página12

Los aviones no salen, los negocios vuelan

Polémica por los beneficios a Flybondi en Bariloche - La low cost fue privilegiada con la exención del pago de tasas locales. El municipio, conducido por el oficialismo de Río Negro, se comprometió además a aportarle hasta 7 millones de pesos para promocionar sus vuelos y a gestionar ante el gobierno provincial el no pago de impuestos. La oposición denunció el acuerdo.


Los problemas de funcionamiento que afectan a Flybondi desde que comenzó a operar reavivaron la polémica por el trato preferencial que en Bariloche le dan a esa aerolínea. En esa ciudad, donde la semana pasada la empresa no pudo subir las valijas de los pasajeros al avión que iba a Córdoba y las mandó por tierra, el intendente Gustavo Gennuso firmó un controvertido convenio con la low-cost. Antes que la empresa comenzara a funcionar, el intendente alineado con gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, cercano a su vez al gobierno nacional, le concedió la exención del pago de tasas comerciales y se comprometió a gestionar también el no pago de impuestos comerciales.

Bariloche está entre los destinos iniciales de la low cost comandada por Richard Guy Glusman, ex socio del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, en el fondo Pegasus. En esa ciudad fue donde Flybondi debió dejar el 3 de febrero 2 mil kilogramos de equipaje fuera del avión que volaba a Córdoba porque ese peso le impedía cargar el combustible requerido para el vuelo. Los pasajeros se enteraron una vez en suelo cordobés, donde debieron esperar con lo puesto a que llegaran sus valijas. Anteayer, también en Bariloche pasajeros que tenían previsto realizar ese mismo trayecto no pudieron hacerlo porque la llegada del avión se demoró casi ocho horas por problemas técnicos y el vuelo fue cancelado.

El beneficio que Flybondi obtuvo gracias a Gennuso es la exención del pago de la Tasa de Inspección, Seguridad e Higiene por tres años. Los siguientes dos años la empresa estará eximida del pago del 50 por ciento de esa tasa y los dos últimos la exención será del 25 por ciento.

El acuerdo no se queda ahí. El municipio asumió el compromiso de tramitar ante el gobierno provincial el no pago de impuestos y aportes, además de “gestionar ante el Emprotur una inversión publicitaria cooperada de hasta dos mil pesos por vuelo regular o la suma de un millón de pesos por año la que resulte menor”. En función de ese acuerdo, la suma con la que cooperaría el Emprotur, el Ente Mixto de Promoción Turística que reúne al sector público y al privado en Bariloche, llegaría hasta los 7 millones de pesos.

Gennuso es intendente desde 2015, cuando derrotó al kirchnerismo. Ingeniero nuclear, egresado del Balseiro, llegó al gobierno por Juntos Somos Bariloche, la representación local de Juntos Somos Río Negro, la alianza de partidos que encabeza Weretilneck. El acuerdo con Flybondi generó críticas de la oposición al intendente, que reclamó la potestad del Concejo Deliberante para tratar el tema de la exención. La Comisión de Transacciones también reclamó tener voz en el asunto, si es que el acuerdo implicaba alguna compensación ante el hecho de que Flybondi se hubiera comprometido a realizar cierta cantidad de vuelos. El propio titular del legislativo local, Diego Benítez, rechazó el convenio, lo cual provocó rispideces en el oficialismo de Bariloche. La oposición y los órganos de control también mostraron su rechazo.

A pesar de los cuestionamientos, Gennuso defendió el acuerdo tal como estaba y descartó la intervención de los concejales. “Estamos haciendo todo para tener más conectividad para que haya más trabajo en Bariloche, ponerse a hurgar en algo que podría o no podría ser, ponerse a mirar con ese egoísmo propio de los que tienen, que no piensan en sus propios ciudadanos sino que piensan en sus propios lugares, que ya tiene trabajo, me parece que no es apropiado”, alegó el intendente.

El jefe comunal barilochense fue protagonista de uno de los tantos fallidos de Flybondi. Antes de Navidad, Gennuso y la empresa organizaron un vuelo inaugural cuyos pasaje estaba compuesto por 120 chicos de sectores vulnerables. Los niños, que nunca antes se habían subido a un avión, no pudieron volar: embarcaron y estuvieron cuatro horas hasta que el despegue se suspendió por “cuestiones meteorológicas”, según alegaron los responsables. Antes, subió Papá Noel y repartió golosinas.

La idea era que los chicos “fueran parte de este viaje inicial y pudieran ver la ciudad desde el aire; ver su tamaño y de qué manera convive con los lagos, las montañas y los bosques”, según la comuna. El propio Gennuso estuvo abordo y saludó a los frustrados pasajeros durante la espera.

El hombre clave en el acuerdo se llama Pablo Chamatrópulos. Sociólogo, de extracción radical, en octubre de 2015 compitió por la intendencia de San Isidro al frente de la boleta de Progresistas, la fuerza que armó Margarita Stolbizer ese año. Salió quinto y, a los pocos días, llegó a Bariloche por su amistad con Leandro Lescano, concejal de Bariloche que fue electo legislador provincial. Chamatrópulos asumió como jefe de Gabinete de Gennuso, en cuyo búnker estuvo la noche que ganó la intendencia.

A mediados del año pasado, Chamatrópulos quedó envuelto en la polémica al difundirse la existencia de una estructura paralela de recaudación en el municipio. Su mano derecha, Ariel Kuiyan, pidió aportes económicos a empresarios, aportes que no hubo forma de saber si fueron acreditados al Tesoro municipal. Gennuso admitió los contactos, pero aclaró: “No es que pedía plata para él.”

A las pocas semanas, Gennuso creó la Secretaría de Coordinación de Programas Estratégicos, un cargo que la oposición, con el FpV a la cabeza, le pidió que tratara el Concejo Deliberante. El intendente pergeñó la nueva dependencia sin pasar por el legislativo, amparándose en un artículo de la Carta Orgánica, y colocó al frente de la secretaría a Chamatrópulos. Por esos días se firmó el convenio con Flybondi para los vuelos hacia y desde Córdoba y Mendoza. Hubo cuatro rúbricas, aparte de la del intendente: el CEO de Flybondi, Julián Cook; la asesora letrada del municipio, Natacha Vázquez, el director de Relaciones Industriales y Ente Gubernamental de Bariloche, Esteban Tossutti; y el secretario Chamatrópulos. En los papeles, ya no encabezaba la secretaría, si bien mantenía el sueldo, sino que era asesor del intendente.

A comienzos de diciembre, Chamatrópulos se alejó del gobierno municipal; alegó que así buscaba mejorar la relación de Gennuso con el Concejo Deliberante. De acuerdo al medio barilochense En Estos Días, desde que dejó su cargo actúa como lobbysta de Flybondi “y en nombre de la empresa invitó a periodistas, funcionarios nacionales, provinciales y municipales, y empresarias a disfrutar un vuelo inaugural promocional” que no se concretó, al igual que el avión cargado con chicos que casi despega. El ex funcionario se negó a responder la consulta del medio.

Por Twitter, se dedica a tuitear sobre las bondades de la aviación low cost en general y de Flybondi en particular. En la red social usa el hashtag #RevoluciónDeLosAviones y llegó a arrobar al CEO Julián Cook y al ministro Dietrich en un tuiteo en el que festejaba el primer vuelo comercial de Flybondi, el 26 de enero.



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