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PLANES PREVENTIVOS

ENFERMEDAD DE CHAGAS

La enfermedad de Chagas, Mal de Chagas-Maza, o Tripanosomiasis Americana es una enfermedad parasitaria crónica causada por un protozoo flagelado llamado Tripanosoma cruzi. El reservorio natural lo constituyen los armadillos, marsupiales, roedores, murciélagos y primates silvestres, además de ciertos animales domésticos como perros, gatos, cobayos y conejos. Es transmitida al hombre por medio de un insecto hematófago llamado Triatoma infestans: la vinchuca, la cual defeca luego de haberse alimentado con sangre humana. Si la misma está infectada elimina el parásito juntos con sus heces, las que son arrastradas hacia la picadura cuando la persona se rasca, siendo ésta una de las manera en que se inicia la enfermedad en el hombre.

Otras formas de contagiarse:

• Por medio de una transfusión de sangre

• A través de la placenta materna.

• Por leche materna.

• Por ingestión de alimentos altamente contaminados como puede ser la carne poco cocida de mamíferos silvestres.

• Los animales puede infectarse comiendo insectos infectados.

Asimismo, el insecto puede contagiarse al picar a una persona o animal enfermo, y de ese modo adquirir la capacidad de propagar la enfermedad. Si bien su distribución geográfica abarca desde la zona sur de Estados Unidos (e incluso Canadá), y se estima que anualmente son infectadas entre 15 y 17 millones de personas con el Mal de Chagas, la enfermedad tiene mayor prevalencia en las zonas rurales más pobres de América Latina.

Hábitos de vida de la vinchuca.

La vinchuca es llamada así en Argentina, Ecuador, Bolivia y Chile, chinche en El Salvador, chipo en Venezuela, pito en Colombia, bananón o chirimacha en Perú, chichá en Paraguay y barbeiro en Brasil. Es un insecto hematófago, es decir, chupadores de sangre, y se infectan de por vida luego de picar a un animal o persona que ya padece la enfermedad.

Si consideramos la vivienda del hombre, vemos que no cualquiera es elegida por la vinchuca para anidar y mantenerse. Elige las que tienen características especiales favorecedores de sus hábitos: el insecto se refugia sobre todo en grietas de los pisos y paredes, detrás de los muebles y otros objetos, debajo de las cubiertas de los techos o paredes que ofrecen resquicios, entre el empajado de quinchos y ranchos y en las soluciones de continuidad de paredes de adobe y en los depósitos donde las cosas se mueven con poca frecuencia.

En las viviendas, la presencia de la vinchuca se descubre con relativa facilidad por medio de sus deyecciones, de color pardo-amarillento y negro que manchan las paredes como si fueran gotas de tinta china.

En las noches calurosas, cuando las personas están durmiendo con la luz apagada las vinchucas salen de sus refugios, y si están en las partes altas de la vivienda se dejan caer sobre las personas, ya que solo se alimentan de noche y de día no salen de sus escondrijos. De allí la idea de dormir con la luz encendida para ahuyentarlas.

Ciclo de vida del parásito.

El tripanosoma sufre algunas transformaciones en el intestino de la vinchuca, y el eliminado con sus heces cuando succiona sangre al momento de alimentarse. Ingresado el parásito al torrente sanguíneo pasan luego al interior de las células (como por ejemplo del músculo cardíaco) donde se multiplicarán formando “nidos” o “racimos” de donde saldrán al romperse la célula. Éstos, ya en la circulación permitirán la diseminación de la enfermedad, y se albergarán en otras células repitiéndose el ciclo.

Clínica.

Hay una forma aguda, una intermedia o de latencia y otra crónica. En la fase aguda, que dura alrededor de 20 o 30 días, se presenta de preferencia en los primeros años de la vida, y se caracteriza por fiebre contínua, cefaleas, escalofríos, dolor de los músculos e inapetencia, signos todos que suelen durar alrededor de una semana. Un nódulo cutáneo local, llamado chagoma, puede aparecer en el sitio de la inoculación. Cuando la picadura fue en la conjuntiva ocular presenta edema palpebral periorbital, con conjuntivitis y linfadenitis preauricular (ojo chagásico, ojo en compota o signo de Romaña, que se presenta con poca frecuencia).

En esta fase hay escasos tripanosomas en sangre periférica, y el 50 % de los casos terminar mortalmente a consecuencia de una encefalomeningitis.

La fase indeterminada suele ser asintomática y su duración es variable pero suele alcanzar varios años. Solamente puede ponerse en evidencia la enfermedad por medio de los análisis de sangre.

En las fase crónica, que es más típica de los adultos, puede presentar fiebre, anorexia, linfadenopatía, hepatoesplenomegalia leve y graves trastornos cardíacos, sobre todo de la conducción del estímulo cardiáco y arritmias, no siendo rara la muerte súbita por parálisis cardíaca. Algunos pacientes muestran severas lesiones en el Sistema Nervioso Central con afasias, diplejías e idiocia. Otros denotan hepatopatías de tipo cirrótico y algunos niños cuadros mixedematosos por tiroiditis crónicas bociosas parasitarias hipofuncionales. Muchos adultos muestran dilatación o agrandamiento de algunos órganos: megacardiopatía, megaesófago o megacolon. Aún con tratamiento, la Enfermedad de Chagas puede ser mortal, sobre todo por el componente cardíaco.

Diagnóstico.

El procedimiento diagnóstico se establece en base a los hallazgos clínicos encontrados en el enfermo y los datos aportados por el laboratorio.

Pruebas diagnósticas:

1. Examen al microscopio buscando el parásito en la sangre del paciente, lo que es posible en la fase aguda de la enfermedad. En los recién nacidos hijo de madres infectadas es positivo en el 90 % de los casos si el estudio se realiza en los primeros meses de vida.

2. Xenodiagnóstico, en el que el paciente es intencionalmente picado por vinchucas no contaminadas, para luego examinar (a las cuatro semanas) las heces del insecto. También puede inyectarse sangre del paciente a animales de laboratorio para observar si éstos se contagian.

3. Cultivos especializados en sangre que permiten el desarrollo del parásito.

4. Detección del ADN del parásito por PCR. (proteína C reactiva)

5. Varias pruebas inmunológicas. Detección de anticuerpos específicos contra el parásito en la sangre:

• Fijación de complemento.

• Hemaglutinación indirecta.

• Pruebas por el método de ELISA.

• Aglutinación directa.

• Aglutinación de partículas.

Pronóstico.

En la fase aguda de la Enfermedad de Chagas, el pronóstico depende de varios factores, tales como la edad, el estado de nutrición, el tipo y la intensidad de las manifestaciones presentadas por el paciente.

Casi siempre tiene carácter más grave en los lactantes, sobre todo en los de corta edad, a los que les puede ocasionar la muerte, siendo un importante factor de mortalidad infantil en las zona endémicas.

El pronóstico de la cardiopatía chagásica crónica es variable y depende, principalmente del grado de aumento del tamaño de corazón (cardiomegalia), del tipo de trastorno del ritmo cardíaco y del grado de insuficiencia cardíaca.

Tratamiento.

A pesar del portentoso avance de las ciencias médicas, aún no se ha encontrado un remedio ideal para curar la enfermedad, ya que una vez instaladas las lesiones en el organismo, lesiones que son destructivas, ya nunca más se puede alcanzar la restitución integral de la zona afectada. Los dos medicamentos usados son el NIFURTIMOX (Lampit, de Bayer) y el BENZINIDAZOL, (Radanil, de Roche) los cuales son de un eficiencia de más del 90 % si se lo administra en la fase aguda. No obstante no son tan eficientes cuando se usan en la fase crónica de la enfermedad.

Desde el año 2006 se comenzó a ensayar el POSACONASOL que es capaz de eliminar al parásito, y aumenta su efectividad al ser combinado con amiodarona. (la bibliografía médica aún no la considera)

No obstante, además de esta medicación específica, se deben tratar los síntomas de la enfermedad con la terapia adecuada para cada uno.

Prevención.

Como en tantas enfermedades, la prevención es la herramienta más eficaz parra la prevención y la erradicación de la Enfermedad de Chagas.

Se debe tratar de cortar la cadena morbígena, actuando sobre el punto más accesible: impedir el desarrollo domiciliario y destruir la vinchuca en todos sus períodos de desarrollo en la habitación humana y su entorno. La higiene de viviendas y corrales o graneros es muy importante, por lo que es útil fumigar con insecticidas específicos y cal viva gallineros, galpones, corrales y graneros.

Las campañas gubernamentales para eliminar los ranchos de barro con techos de pajas han sido muy eficientes, pero no contínua.

Debería ponerse en marcha un programa de Educación Sanitaria en todos los niveles y por todos los medios hasta llevar el conocimiento de la enfermedad, sus riesgos y su profilaxis, a la mayor masa de población posible.

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