El Gobierno busca moderar las subas salariales y dice que es parte de un trato con la CGT

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04/02/2025 La Nación – Nota – Política – Pag. 12
Cecilia Devanna – Imagen: archivoparitarias. Hubo gremios que aceptaron bajar sus pretensiones mientras otros pujan para que sus acuerdos sean homologados; se abre hoy la negociación con estatales.

El Gobierno convocó para hoy a paritarias en la Administración Pública Nacional, en la que el Estado oficia como empleador. Se trata de una cita a la que se llega con el rechazo de ATE, uno de los gremios que nuclean a empleados públicos, a cualquier intento de imponer un techo salarial.

La pulseada del Estado con los gremios del sector contrasta con los acuerdos que se vienen consensuando en el sector privado. El caso más emblemático en lo que va de 2025es el del Sindicato de Camione- ros, que lidera Hugo Moyano y que bajó sus pretensiones para acompañar la baja inflacionaria que proyecta el Ministerio de Economía.

«La CGT es un actor político que entendió a dónde va la cosa y que había que tener paciencia». La frase, dicha por una importante voz de Balcarce 50, buscó explicar la trastienda de los arreglos paritarios que se van cerrando en algunos gremios, sin demasiados conflictos, pese a haberse ubicado varios puntos por debajo de sus pretensiones iniciales.

Entre ellos se inscribe el de Ca- mioneros, que empezó pidiendo una mejora del 15%, para el trimestre de diciembre, enero y febrero, luego bajó a 8,5% y terminó firmando un 5,5% para el mismo período, en tres tramos de 2,2%, 1,8% y 1,5%, más un bono de 600.000 pesos. El acuerdo del sindicato es celebrado en las filas libertarias, donde sostienen que Camioneros es un «referente» para los demás gremios, lo que en la práctica opera como un techo para otras negociaciones.

En la misma línea se ubica el de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), liderada por Abel Furlán, que empezó pidiendo un aumento de 18,71% para los meses que van de noviembre a marzo y terminó firmando por 12,3% en cinco tramos.

También se sumó la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios, de Armando Cavallieri, que acordó un 5,1% para los meses de enero a marzo, a tono con la pauta salarial del Gobierno. La contrapartida fue la situación de La Fraternidad, que insistió con una medida de fuerza y desde el Gobierno resaltaron que el gremio de Omar Maturano es el único de los gremios ferroviarios que aún no llegó a un acuerdo. Maturano reclama un 10% de resarcimiento por 2024.

Por otro lado, sigue sin homologarse el acuerdo del gremio de la sanidad, liderado por Héctor Daer, que se firmó con las cámaras, pero que la Secretaría de Trabajo no rubrica porque entiende que está por encima de la baja inflacionaria. Espera también la aprobación de Julio Cordero, el secretario de Trabajo que llegó desde Techint, el acuerdo salarial de los químicos, que cerró un aumento del 2,7% para enero, por encima de la pauta que pretende el Gobierno.

«Los gremios son conscientes de que la situación está mejorando, por lo que no tienen que estar pidiendo aumentos continuamente cuando hay una tendencia de la inflación a la baja, a la vez que saben que sobregirarse en sus pedidos puede terminar en cierres de empresas más chicas o despidos, y eso no le conviene a nadie», argumentaron desde el Poder Ejecutivo.

«Las paritarias empezaron a perder sentido porque hay estabilidad», consideró un importante funcionario. Y agregó: «Hay un tema de convicción (por parte de los gremialistas) de la importancia de que siga bajando la inflación y de esa es la mejor forma de cuidar el salario, por eso hay que ir acompañándola».

Algunos sindicalistas están dispuestos a ceder en sus pretensiones salariales a cambio del gesto del Gobierno de no avanzar en su plan para modificar la ley de asociaciones sindicales y en permitirles mantener el cobro de la cuota solidaria, un descuento salarial compulsivo a todos los trabajadores de una actividad, sean afiliados o no, y que es pactada con los empresarios en los convenios colectivos. «No es que están acompañando una cosa por otra», dijeron en el Gobierno, en un intento de tomar distancia de un presunto pacto con la CGT.

la nación contactó a tres importantes fuentes del sindicalismo, pero ninguna respondió a las consultas. «No ven plafón para el conflicto, se dieron cuenta de que no les suma. Su objetivo es ir cerrando paritarias con bajo perfil. Va bajando la inflación y no hay mucho margen para demandas», dijeron en la Casa Rosada sobre el vínculo con los gremios. «Entendieron que no somos un gobierno antisindical, pero que también nos importa un bledo si paran. Pueden hacer cien paros que al Gobierno no le va a pasar nada, eso», detalló un hombre del primer piso de la Casa Rosada. En el oficialismo se habla de un «entendimiento» con los gremios y la cúpula de la CGT. «El Gobierno considera que la CGT está acompañando y desde la CGT no ven al Gobierno como antisindical», afirmaron cerca del Presidente.*

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