¿Qué significa el nuevo acuerdo entre Aerolíneas Argentinas e Iberia?

Fuente/imagen: https://www.aviacionline.com/
El nuevo acuerdo interlínea entre Aerolíneas Argentinas e Iberia anunciado este jueves busca, en palabras de las compañías, mejorar la conectividad aérea entre Argentina y España al permitir que los pasajeros puedan combinar vuelos de ambas aerolíneas bajo una sola reserva. Este tipo de acuerdos no implica una fusión operativa ni una alianza estratégica de largo plazo, pero sí facilita la compra de itinerarios que incluyen vuelos operados por distintas aerolíneas.
En la práctica, esto significa que un pasajero que vuele de Madrid a Buenos Aires con Iberia podrá continuar su viaje a destinos como Córdoba, Ushuaia o Iguazú con Aerolíneas Argentinas, sin necesidad de reemitir pasaje ni registrar equipaje nuevamente. Lo mismo aplica en sentido inverso para quienes ingresen a Europa con Aerolíneas Argentinas y se dirijan, por ejemplo, a Barcelona o Valencia en vuelos de Iberia.
Este tipo de acuerdos suele utilizarse como herramienta comercial para extender el alcance geográfico de las compañías sin necesidad de abrir nuevas rutas. No obstante, no implica necesariamente un acuerdo de código compartido ni coordinación tarifaria entre las aerolíneas, como sucede en alianzas más profundas.
La relación entre ambas compañías tiene antecedentes históricos. Durante los años noventa, Iberia tuvo participación en la gestión de Aerolíneas Argentinas en el marco del proceso de privatización de la aerolínea estatal argentina, con un final bastante amargo para ésta, que casi culmina en su cierre.
Aerolíneas Argentinas tampoco es la misma de 1990. Sí, volvió a manos del estado, pero comercialmente tiene una dinámica muy diferente a la de esa época, una flota más moderna y con una operación impecable en términos de cumplimiento de vuelos.
Este acuerdo se inscribe en un contexto de recuperación del tráfico aéreo internacional, donde muchas aerolíneas priorizan esquemas de cooperación acotados para optimizar rutas, captar demanda en mercados secundarios y reducir fricciones para los pasajeros sin modificar estructuras operativas propias.