Trabajo impuso la conciliación obligatoria

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Trabajo impuso la conciliación obligatoria y desactivó otro paro aeronáutico.

03/01/2019 LetraP.com.ar (PBA) – Nota 

TENSIÓN GOBIERNO-GREMIOS

En plena temporada alta turística, el Gobierno resolvió cortar por lo sano y frenó una medida de fuerza de tres sindicatos aeronáuticos que anticipan el desafío a la pauta salarial fijada por el Ejecutivo nacional en 23%.La Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSALA), la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) y de Asociación Personal Técnico Aeronáutico (APTA) habían anunciado una medida extrema, que implicaba la paralización por tiempo indeterminado de todos los vuelos de la empresa Avianca, que finalmente fue neutralizada cuando la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, en línea con lo que resolvió en las últimas semana en otros conflictos del sector. Sin la presencia en la mesa de negociación del flamante secretario laboral Lucas Fernández Aparicio, la movida oficial apuntó a enfriar el conflicto desatado por la negativa de la empresa a pagar el bono extraordinario de fin de año acordado por el Ministerio de Producción, las cámaras patronales y la CGT. A eso se sumó la propuesta salarial «insuficiente» para 2019, que consiste en un aumento del 23% que se haría efectiva en dos pagos.Durante las últimas semanas, el Gobierno había trabajado, a partir de dos acuerdos paritarios, para instalar la idea de una pauta salarial cercana a ese porcentaje de cara al año que empieza. Enterados de eso, la CGT rechazó de plano aceptar ese número.  «La propuesta empresaria es insuficiente, una clara provocación que empuja estas asociaciones a un conflicto que no deseamos pero que no eludiremos», decía el comunicado en el que anunciaron la medida de fuerza y que desactivaron el jueves al mediodía en la sede de la cartera laboral de la avenida Leandro N. Alem.  A diferencia de otros conflictos, en esta oportunidad no participaron los sindicatos que nuclean a los pilotos.El gremio que conduce Pablo Biró mantiene una discusión en paralelo que, por la incidencia de los pilotos en el sector, motiva una mayor atención en el Ministerio de Producción y Trabajo. El detonante fue una resolución de la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC) que autoriza la homologación de licencia de vuelo de países extranjeros que, según los sindicalistas, flexibiliza las exigencias profesionales y podría ser usada para habilitar nuevos pilotos frente a eventuales paros.Frente a esa medida de la ANAC, los pilotos anunciaron un paro general de 48 horas para el 12 y 13 de diciembre que finalmente quedó suspendido ante la imposición de otra conciliación obligatoria por parte del ministerio que conduce Dante Sica.Esa medida debilitó la posición del Ministerio de Transporte, que prefería no abrir instancias de negociación y dejar que se radicalicen los conflictos, tal como ocurrió durante las asambleas simultáneas que a principios de octubre paralizaron decenas de vuelos y derivaron en sanciones disciplinarias contra trabajadores de todos los sectores. Las medidas después fueron suspendidas en una mesa de negociación gremial.Todas estas batallas están atravesadas por una situación medular: el rechazo sindical a la política oficial de cielos abiertos. Bautizada por el ministro Guillermo Dietrich como «la revolución de los aviones», las directivas oficiales son habilitar y otorgar rutas a las empresas de bajo costo que desembarcaron en el país durante los últimos dos años.»No hay chances de que los cambios que impulsamos en el mercado aerocomercial se detengan, es un hecho que estamos ante un nuevo escenario y los gremios deberían tomar nota», señalaron a Letra P desde la Secretaría de Trabajo que desde hace dos semanas está manos de Fernández Aparicio.Más allá de las definiciones gubernamentales, la realidad es que la política oficial encontró sus principales escollos en el funcionario de las propias low cost. La empresa noruega Norwegian, una de las principales bajo costo de Europa, inició sus actividades en el país a principios del año pasado y con bombos y platillos presentó un avión bautizado con el nombre de Astor, en honor al compositor Piazzolla. Cuatro meses después anunció que lo retiraba del mercado y recién ocho meses después volvió a funcionar con regularidad. Ahora, su continuidad está amenazada por los balances globales de la compañía que muestra importantes dificultades financieras. Una salida posible es que sea comprada por la española Iberia sin tener la seguridad de que siga funcionando bajo los mismos parámetros de viajes baratos.El caso de Avianca es similar. La filial brasilera, la más importante del holding, se declaró en bancarrota a mediados de diciembre, lo que provocó un temor al contagio a todas las compañías del grupo que tiene como CEO a Germán Efromovich. Después de conocerse la noticia, el empresario, que le compró la compañía local a la familia Macri, buscó alejar los temores de una caída general del grupo que en Argentina cuenta con tres aviones y una decena pilotos contratados, de los cuales varios de ellos están en reserva, sin operar aviones.  La transferencia de cuantiosos recursos públicos, que incluyó la apertura de un aeropuerto, y el respaldo público de los funcionarios no alcanzó tampoco para que Flybondi lograra disipar las críticas de los gremios aeronáuticos. Los argumentos de los detractores de la compañía amarilla se fortalecieron al calor de la infinidad de incidentes que sufrieron los vuelos de la empresa.Cancelaciones y retrasos en los vuelos por cuestiones climáticas, fallas técnicas en los aviones y una política abiertamente anti sindical pusieron a Flybondi en el centro de la escena de la pelea aeronáutica.La última semana del año, la Asociación de Aeronavegantes que conduce Juan Pablo Brey se movilizó hasta la sede corporativa de la empresa aérea. “El Gobierno apoya a las empresas de capitales extranjeros y las subsidia. Si bien es cierto que crean puestos de trabajo, son puestos precarizados, donde no hay convenios y no cumplen con la ley”, aseguró Brey, quién también es secretario de prensa de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).

 

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