Por el Covid, la reforma laboral acelera el paso

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Rubros como empleo registrado, nuevos contratos y flexibilidades varias, en la mirada de los expertos exponen el «efecto pandemia» en todo su alcance. Un tópico que ya tuvo ásperos debates en el Gobierno de Cambiemos al cual ahora el Coronavirus le inyectó urgencias inevitables y que incluyen a la normativa sobre teletrabajo

pandemia de coronavirus impuso un «lobby» de hecho que acelera en el mundo la necesidad de debatir una reforma laboral. Decir además que si el planeta se resfría la Argentina está en problemas es referir a los niveles de trabajo en negro y desocupación que ya existían aquí antes del Covid-19.

En tanto para el empleo en relación de dependencia se avecinan nuevas modalidades de contratación, el teletrabajo llegó para quedarse y otros ítems se conjugan en presente y futuro.

Ivana Thornton, la directora Career para Argentina, Uruguay y Paraguay de la consultora global Mercer, firma que opera en 130 países tómó como punto de referencia a marzo de 2020 expresó que antes «ya se hablaba de flexibilidad, digitalización, empoderamiento y bienestar de los empleados con formas de labor menos rígidas».

«Hace más de 5 años Mercer realiza un reporte global donde tales conceptos aparecen. Lo que hizo la pandemia es poner a organizaciones y personas en una situación laboral donde en muchos casos no hubo posibilidad de elección. Era eso o no trabajar», recalcó en diálogo con BAE Negocios.

El factor sorpresa del Coronavirus avasalló las economías, rompió paradigmas y la experta consideró que no había una preparación mundial para afrontar tal escenario.

Historia reciente

Lo que hoy se describe como inminente tuvo su prólogo años atrás durante la era Cambiemos el subsecretario de Políticas y Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, José Anchorena analizaba los datos oficiales sobre el empleo registrado, ocasión en la que los trabajadores de delivery comenzaban con sus reclamos por el convenio laboral del sector, un capítulo gremial donde la resistencia a la reforma laboral encontró un bastión compacto en el actual Frente Sindical (Fresimona) liderado por Hugo Moyano y Pablo Moyano, las dos CTA como también la Corriente Federal de los Trabajadores.

En aquella reunión y ante la consulta específica sobre la modificación de convenios de este diario Anchorena no dudó en considerar que las débiles estadísticas sobre la generación de trabajo registrado, donde sólo el sector público y algunos sectores de manufacturas o finanzas ofrecían señales positivas podrían cambiar con un tópico que fue esencia del ex ministro de Trabajo Jorge Triaca y el entonces Presidente Mauricio Macri, «la reforma laboral».

El funcionario consideraba decisiva la modificación y actualización de convenios para el crecimiento del empleo desde fundamentos y proyecciones técnicas.

Triaca iba un poco más allá, ya que llegó a denominar como «privilegios» los derechos laborales, dichos que merecieron la crítica de los sindicatos opositores movilizados contra la reforma de las normativas de trabajo.

Hace semanas un informe de Mercer revelaba que el 65% de las empresas de América Latina coinciden en que los efectos del Covid continuarán lo cual refuerza la necesidad de «barajar y dar» de nuevo sobre procedimientos diversos. La encuesta «Tendencias Globales del Talento 2020-2021» describió que amén del avance y consolidación del teletrabajo las necesidades y reglas del mercado laboral gravitarán sobremanera desde factores como la inteligencia artificial.

Allí marcaron como preocupante que sólo un tercio de las empresas «pondera» en sus agendas la salud mental de su personal. Y precisan que las necesidades futuras de la fuerza laboral se impone reestructurar e incentivar la transformación. En tercer lugar el paper detalló la necesidad para crear «una cultura de cuidado y bienestar».

Según la consultora se rediseñaron beneficios y comunicación con el personal: «las compañías de vanguardia se muestran cada vez más interesadas en conocimientos sobre diversidad, equidad e inclusión» y acotan que a medida que transcurre la pandemia el presente hace a «reinventar la organización y acelerar los esfuerzos de transformar».

El 54% amplió el trabajo flexible y el 39% lo incrementará, la flexibilidad «con mayor atención al bienestar y equilibrio entre la vida personal y laboral» de los empleados, puntualizó Cecilia Giordano, CEO de Mercer Argentina.

En cuanto a otros datos el informe de Mercer consignó que 1 de cada 4 empresas de América Latina brinda mayor educación financiera que antes de la crisis Covid. Por caso, la asistencia para la jubilación gradual permite a las compañías segmentar a sus empleados para ofrecerles servicios y educación más personalizados.

Tal organización, según la consultora, debe definir valores claros y cultura deseada para cumplir con ambos. El 37 % de las organizaciones ya lo hizo, lo que les otorga ventajas a la hora de lidiar con estructuras jerárquicas y ámbitos de control más amplios y el 64% tiene previsto hacerlo.

«Al comprender la cultura y el estilo de liderazgo predominantes en la organización, los líderes podrán abordar nuevos retos: tareas combinadas que exigen que los recursos humanos dediquen menos tiempo a las actividades operativas, a través de la automatización y la tercerización, y más al análisis de datos y a los procesos core», acotó Giordano.

El trabajo remoto, cambios de contenidos y uso de la tecnología hacen a los planes de transformación que para 2021 se centran en «reinventar la flexibilidad» para el 61% relevado y el desarrollo de nuevas habilidades hacia pools de talento crítico atañe al 53%.

La reacción sindical y legislativa de la mayoría del oficialismo tuvo rapidez bajo la presión Covid, sobre todo los diputados de extracción sindical ante la necesidad de una legislación que abarcara el trabajo remoto en pandemia.

De hecho lo cristaliza la sanción de la Ley de Teletrabajo.

Sin embargo la ley 27.555 sancionada a fines de Julio 2020 por el Congreso Nacional y que entraría en vigencia 90 días después de terminado el ASPO encontró una restricción por parte de Ministerio de Empleo y Seguridad Social que hace un mes oficializaba las excepciones sobre las tareas de home office que empezaron a regir el 1 del corriente.

A través de la resolución 142 publicada en el Boletín Oficial, la cartera conducida por el ministro Claudio Moroni, dejó efectivo la anulación de los beneficios estipulados por la normativa 27.555 sancionada el 30 de julio por el Congreso nacional.

«A partir del inicio de la vigencia de la Ley Nº 27.555 y mientras se mantengan las restricciones y/o recomendaciones sanitarias dictadas por las autoridades nacionales, provinciales o locales, la circunstancia de que los trabajadores y las trabajadoras se vean impedidos de cumplir con el deber de asistencia al lugar de trabajo y realicen las tareas en su domicilio, no podrá ser considerada como sustitutiva del acuerdo escrito que exige el artículo 7º del Régimen Legal del Contrato de Teletrabajo», detalla el texto oficial.

En relación a esa resolución de la cartera laboral a cargo de Claudio Moroni diferentes abogados laboralistas consideraron que esa norma colisionaba «frontalmente» con el espíritu de la Ley de Teletrabajo.

Entre esos letrados el titular de Relaciones del Trabajo (UBA) Luis Roa manifestó en su oportunidad que no podían quedar dudas que el home office también constituye la modalidad de teletrabajo/trabajo remoto, en virtud de razones que incluso debatió el Congreso de la Nación al desarrollar la normativa para tratar de evitar mayor daño a potestades de los trabajadores frente a la presión empresaria que desató una ofensiva contra dicha ley desde su génesis.

Fuente: baenegocios.com

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