La política de vaciamiento macrista en la filial argentina de Latam que amplifica su crisis global

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23/06/2020 ElDestapeWeb.com – Nota

La crisis no es sólo es argentina para Latam Airlines. En su casa matriz crujen las negociaciones con los trabajadores. Esta semana el Sindicato de Pilotos de Latam y el Sindicato de Pilotos de Latam Chile, dos gremios creados al amparo de la mirada patronal, presentaron a la empresa trasandina un programa de recorte de sueldos. La situación de la casa matriz de Latam deja en evidencia que no se trata de un problema de la empresa solo en Argentina. De todos modos, la política de extranjerización del negocio comercial que aplicó el macrismo amplificó la crisis en la filial local, pero amplificó los beneficios de la casa matriz de la compañía.

La situación de la Latam Argentina es consecuencia de un esquema de cielos abiertos que aplicó Cambiemos, el cual contempló la autorización de empresas extranjeras operar desde sus HUB (puntos de interconexión) en otros países. En el caso de Latam, se la habilitó a operar directamente sus vuelos desde Perú o Chile, sin pasar por Ezeiza. Eso provocó que la empresa operara todos las frecuencias desde el exterior y la filial local se quedó en términos estrictos sólo con el cabotaje que, en casi todas aerolíneas del mundo, es la parte del negocio menos rentables. La consecuencia es que la filial distribuye utilidades pero amenaza con irse.

Esta semana habrá una reunión con los gremios para analizar el pedido de Latam Argentina de suspender sus operaciones en el país, lo que afectará a 1715 trabajadores y trabajadores de la empresa. La compañía quiso imponer un recorte del 50 por ciento sobre todos los salarios.  Los gremios rechazaron la poda, pero presentaron distintas propuestas para evitar la salida de la empresa, pero la postura intransigente de la aerolínea de origen chileno no dio lugar a contraofertas.

Entre las alternativas, se le acercó una que implicaba el mismo recorte nominal total, pero escalonado según categorías, para hacerlo más progresivo. Nada. Era como la empresa proponía o era la nada, relató a El Destape una fuente gremial vinculada a la negociación. En el caso de Latam Chile, los dos sindicatos («amarillos», como los describen a este medio gremios argentinos) ofrecieron un recorte de 33 por ciento en sus salarios por plazo de doce meses.

La aerolínea y, principalmente, sus voceros mediáticos intentaron culpar de la salida de la empresa al Gobierno y a los sindicatos, incluso en el actual contexto de pandemia que paralizó la actividad aérea a nivel global. Sin embargo, son los gremios los que vienen alertando precisamente por el impacto de las políticas del gobierno anterior en la configuración del negocio aerocomercial argentino.

La políttica aeromercial delineada por Gustavo Lopetegui, a cargo de la Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete de Cambiermos y ex CEO de LAN Argentina, derivó en un «vaciamiento controlado» no solo de Aerolíneas Argentinas sino también de la filial local de Latam. La «Revolución de los Aviones», como bautizó el ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich a su política de cielos abiertos, implicó un agresivo avance de empresas trasnacionales en pocos meses los espacios que iba dejando Aerolíneas Argentinas.

Para llevar a cabo esto, el macrismo firmó varios acuerdos de código compartido, puntos de conexión de vuelos e instalación de firmas en puntos clave del país desde los que ofrecen conectividad sin pasar por el aeropuerto de Ezeiza. En el caso de los códigos compartidos, Latam consiguió dos acuerdos durante el macrismo clave para la competencia con Aerolíneas Argentinas, ya que implican una mayor oferta a Europa y Estados Unidos. Por un lado, cerró un convenio de código compartido con Iberia, que le permite volar vía Santiago de Chile a Madrid. El otro acuerdo fue entre (entonces) LAN Argentina y American Airlines. En este caso, el acuerdo permite explotar 50 destinos en Estados Unidos, de los cuales sólo se focalizará en Miami y Nueva York, ya que las otras 48 rutas todavía no fueron autorizadas.
También se habilitó el corredor del Pacífico. En este caso, Latam ofrece conexiones internacionales vía Lima (Perú) con vuelos desde las provincias de Salta, Córdoba, Mendoza y Rosario. Previo a estas autorizaciones, si un usuario de algunas de estas grandes ciudades necesitaba viajar al exterior, debía ir por (siempre pensando en Latam) Latam Argentina hasta Ezeiza y desde allí al destino internacional elegido. En este caso, Latam Argentina se beneficiaba del trayecto hasta Ezeiza.

Con la autorización de los HUB, la operatoria se maneja mediante Latam Chile o Perú y no interviene la filial local. El mismo usuario parte desde Córdoba directo al centro de conexiones de Latam en Lima, desde donde accede a todos los destinos internacionales de Colombia, México, Ecuador, Estados Unidos, Caribe y Europa.
Hace tiempo que desde los gremios alertan sobre esto y estimaban que al menos se hubiese podido intercalar las operaciones, para mantener los márgenes de la empresa local. Esto es lo que explica que Latam haya ganado participación durante el macrismo en vuelos internacionales, perdiera algo en cabotaje y exhibiera pérdidas operativas en el país consecutivas y crecientes en los cuatro últimos años: perdieron 29 millones en 2016, 41 millones en 2017, 132 millones en 2018 y 133 millones en 2019. En total, 335 millones de dólares.

De esta manera, la casa matriz pudo entregar 57 millones de dólares de utilidades entre sus accionistas a fines de abril, mientras que en Argentina recibió parte del programa de asistencia al trabajo y la producción (ATP), la Anses le pagó una porción de su sueldo la presidenta ejecutiva, Rosario Altgelt, exige un recorte a la mitad de los salarios y amenaza con abandonar el país.  La aerolínea también anunció el despido de 1400 empleados de sus filiales en Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

 

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