Aviones llenos: la ventilación, clave para evitar contagios

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14/01/2021 La Nación – Nota – Tema del Día – Pag. 4

Soledad Vallejos

Es la ventaja que señalan los epidemiólogos sobre este tipo de transporte; en cambio, marcan como inconvenientes la alta ocupación y la larga permanencia sin distancia social.

Tenían el pasaje comprado desde el invierno, cuando las aerolíneas pro- mocionaban sus destinos a precios muy convenientes sin saber con certeza cuándo volverían a volar. El jueves pasado, finalmente, se subieron los cinco al avión con rumbo a San Carlos de Bariloche, para pasar una semana de vacaciones en familia a orillas del Nahuel Huapi. Fueron de los últimos en abordar, y Lucrecia Díaz, madre de tres hijos en edad escolar, admitió que se sorprendió cuando vio que el vuelo iba casi a tope.

«No había prácticamente lugares disponibles. Estaba casi lleno, un pasajero sentado al lado de otro. Todos tenían barbijo, no sirvieron ningún snack ni nada para tomar durante el viaje, y todo el tiempo la tripulación hacía observaciones sobre la necesidad de permanecer sentados, no sacarse el tapabocas en ningún momento y no hacer fila para ir al baño. Fue un vuelo tranquilo, ordenado», contó Díaz.

¿Cuál es el riesgo de transmisión de Covid-19 a bordo de una aeronave? ¿Figura la norma del asiento del medio vacío en los protocolos que rigen para los vuelos comerciales? ¿Es obligatoria o queda a criterio de cada aerolínea? Hay varias cuestiones, según los epidemiólogos, que convierten al avión en un lugar de riesgo: la ocupación es alta, no hay distancia social y la permanencia es prolongada. En cuanto a la ventilación, si bien es artificial, los expertos explican que esta es una de las principales ventajas, porque los aviones utilizan filtros de aire de alta eficiencia.

«El otro día despedí a un familiar que viajaba al exterior y el avión salió lleno. Aquí hay un riesgo grande porque la aerolínea estaba incumpliendo con el protocolo del asiento vacío -dijo el infectólogo Eduardo López, que integra el comité de expertos que asesora al gobierno nacional-. Por otro lado, es cierto que los aviones tienen un sistema de ventilación de alto poder biológico, con un 99% de eficacia para eliminar virus, bacterias y hongos. Pero el uso del barbijo en este contexto es fundamental, y no siempre se cumple», advirtió López.

Según la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), no hay una disposición de la autoridad nacional sanitaria que establezca la normativa del «asiento vacío del medio», y de acuerdo con las aerolíneas consultadas, todos los protocolos que se implementan en las diferentes etapas del vuelo, desde que el pasajero ingresa en el aeropuerto hasta que llega a destino, siguen las recomendaciones de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que agrupa a más de 300 compañías.

«Dentro de esas recomendaciones no se contempla la supuesta regla del asiento vacío ni la posibilidad de ajustar la capacidad de la cabina para que haya distancia- miento social. Tampoco hay una reglamentación a nivel nacional que les imponga estas condiciones a las compañías aéreas», respondieron desde Aerolíneas Argentinas, y aseguraron que viajar en avión es una de las maneras menos riesgosas en el contexto actual por la pandemia de coronavirus.

«Desde principios de 2020, han viajado unos 1200 millones de pasajeros, mientras que se han informado menos de 100 casos documentados de Covid-19 en los que se cree que la transmisión está asociada con un viaje de vuelo, incluidos los casos confirmados, probables y potenciales. Esto es, un caso por cada 27 millones de viajeros», informaron desde un comunicado de IATA, que representa a la industria aérea.

Sin embargo, hay reportes concretos sobre infecciones a bordo, como la noticia que dio The New York Times recientemente sobre un vuelo que duró 18 horas desde Dubai hasta Nueva Zelanda, y que les dio la chance a un grupo de investigadores y a las aerolíneas de estudiar los contagios en tránsito. El análisis, dirigido por científicos del Ministerio de Salud de Nueva Zelanda, encontró que siete de los 86 pasajeros a bordo dieron positivo durante su cuarentena, y que al menos cuatro se infectaron durante el vuelo.

El dato llamativo fue que el avión, un Boeing 777-300ER, con una capacidad de casi 400pasajeros, tenía ocupada solamente una cuarta parte de los asientos.

El escenario actual es diverso, y las políticas de las aerolíneas varían en función del vuelo y de la compañía. Durante los primeros meses de la pandemia, la mayoría de las aerolíneas estadounidenses tenían una política de bloquear los asientos, o permitir a los pasajeros reprogramar su vuelo si el avión estaba ocupado en un 70 por ciento. Pero con el correr de los meses las directivas fueron cambiando, y las políticas de flexibilidad quedaron a criterio de cada empresa.
Bloqueo de asientos El domingo pasado, Delta informó que es la «única aerolínea de Estados Unidos que bloquea todos los asientos del medio», y que tomó la decisión porque en muchos casos, los aviones iban más llenos de lo esperado, «lo que dificultaba el distanciamiento social», según la noticia que la compañía norteamericana publicó en Twitter.
«Esto es genial. Sin embargo, apreciaría que se hagan más controles durante los vuelos. El fin de semana pasado volé desde Buenos Aires hasta Atlanta y tuve que llamar varias veces a la tripulación para recordarles a ciertos pasajeros cómo se tenían que usar las mascarillas. Fue triste ver cómo las azafatas veían esto en múltiples ocasiones y no hacían nada», posteó la usuaria Camilia Diazok.

En Aerolíneas Argentinas afirmaron que las políticas de flexibilización están vigentes, y que si un pasajero decide bajarse del avión porque «se siente incómodo o inseguro» en una cabina donde no se respeta el distanciamiento social, la compañía está en condiciones de reprogramar el vuelo; incluso, dijeron, de reintegrar el valor del ticket. «Hay compañías líderes que marcan el pulso de la industria y actúan de esta manera, y nosotros seguimos esos lineamientos», sostuvieron en la compañía de bandera local.

Joaquín Pérez Aguirre es el gerente de Retail de la agencia Avantrip, y de acuerdo con su experiencia en el sector turístico, reconoce que las preguntas asociadas al coronavirus no llegan en el mismo momento en que las personas compran los pasajes. «Estas inquietudes aparecen más los días previos al viaje. Como las condiciones son cambiantes, cuando tienen la certeza de que van a poder viajar piden información, pero sobre todo relacionada con los requisitos para ingresar al destino elegido, especialmente si es un país extranjero», señaló Aguirre, que luego destacó a Bariloche como el ganador de esta temporada para el turismo interno.

¿Cuáles son los argumentos esgrimidos para calificar al avión como uno de los transportes más seguros? En primer término, insistieron desde la ANAC, IATA y Aerolíneas Argentinas, por el sistema de ventilación. «Los filtros de aire de alta eficiencia (HEPA), tienen una eficacia del 99% para eliminar virus, bacterias y hongos; y el aire de la cabina se renueva cada 2 minutos. Son similares a los de un quirófano. Significa que por cada hora de vuelo, el aire de la cabina se renovó 30 veces. Además, La circulación del aire es de arriba hacia abajo, y eso es menos conductivo para la dispersión de las gotitas respiratorias que otros entornos o medios de transporte», señalaron los voceros de Aerolíneas Argentinas.
También se mencionan como ventajas la posición del asiento, porque la mayor parte del tiempo a bordo el pasajero está sentado mirando hacia adelante, en lugar de mirar a otra persona. Otra característica son los respaldos altos, una barrera adicional para la propagación del virus, ya que según dicen en la industria aérea actúan como una barrera sólida.

Casi en ninguna aerolínea se deja un asiento libre entre los pasajeros  

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