Falta de controladores complica la gestión del tráfico aéreo en los Estados Unidos

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28 de junio de 2023

“Francamente, la FAA nos falló este fin de semana”, escribe un frustrado, Scott Kirby, CEO de United en una carta al personal de la compañía el lunes. Durante el pasado fin de semana, la línea aérea reporta que más de 150.000 clientes se vieron afectados por demoras en la costa Este de los Estados Unidos.

La situación de United es sólo un ejemplo de los diversos problemas que está enfrentando la aviación en los Estados Unidos. Además de algunos problemas en los equipos, la falta de personal de controladores aéreos está complicando las operaciones aéreas, especialmente, en áreas terminales claves como Nueva York, Washington DC o Miami por mencionar algunas. Entre los operadores hay críticas no sólo por la situación sino que también por la falta gestión adecuada de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) para solucionar los problemas, pese a la realidad de falta de personal. Para las líneas aéreas, esto se demuestra pese al plan de reducción de operaciones presentado.

Como consecuencia, hay una mayor preocupación por el riesgo que podrían desencadenar en puntos críticos como es la seguridad de las operaciones aéreas. De acuerdo con una auditoría de la Oficina del Inspector General del Departamento de Transportes (DOT), la FAA carece de un plan para resolver los problemas. En su informe, se menciona la falta de personal en distintos puestos de control de tránsito aéreo, pero también un esfuerzo limitado para garantizar una dotación adecuada. Un 77% de las instalaciones de críticas tienen una dotación inferior de personal. Por ejemplo, control de Aproximación en el área terminal (TMA) de Nueva York está al 54% de los niveles óptimos.

La torre del aeropuerto de Miami funciona con una dotación al 66%. Torre de control del aeropuerto de Atlanta
. Causas La falta de personal responde a un problema acumulativo de años. Sin embargo, la crisis provocada por el COVID-19 y las inefectivas medidas tomadas por los Gobiernos afectan drásticamente la formación de personal lo que sumado a retiros anticipados generan las consecuencias que hoy se manifiestan. El caso tiene un fuerte impacto en los Estados Unidos, país que a diferencia de otros, prácticamente no coloca restricciones significativas bajo justificación de la pandemia. En caso contrario, el impacto sería mucho mayor.

Hasta ahora, ningún Gobierno logra demostrar que las restricciones colocadas bajo el COVID-19 son un acierto. Por el contrario, todos terminan abandonando las arbitrarias políticas colocadas, incluso más drásticos como China. En los Estados Unidos, hay una demora en los tiempos de certificación de los nuevos controladores. Por las demoras en la formación y certificación, la FAA asegura que no puede garantizar que formará con éxito la cantidad necesaria de controladores a corto plazo. La FAA tiene como límite de conformidad funcionar con una dotación al 85% de controladores. Del total de 13.300 de personas dedicadas a las labores de control de tráfico aéreo que tiene la autoridad aeronáutica, un significativo 26% está en periodo de entrenamiento. Según cita Reuters, un reporte de la FAA indica que hay 10.578 controladores certificados en 2022, un 10% menos desde 2012. Aeropuerto de Liberty de Newark (Nueva York).

Delpiano Búsqueda de soluciones Pese a la drástica situación que enfrenta, la FAA está comprometida en la medida de lo posible en entregar soluciones. Sin embargo, más allá de las declaraciones en la industria hace falta un plan de acción efectivo. Políticamente, el escenario abre un nuevo flanco a la administración del Presidente Joe Biden, especialmente, cuando una de las promesas es mejorar el transporte en el país. En mayo, el DOT pide US$117 millones para contratar 1.800 controladores en 2024, adicionales a los 1.500 previstos para el presente año. Sin embargo, las demoras en la formación y certificación del personal aeronáutico hacen que el escenario no sea favorable en el corto plazo. Las estimaciones más favorables indican que en los próximos tres años se podrían solucionar los problemas, siempre y cuando, no existan otros inconvenientes adicionales. Por ahora, la solución más inmediata es continuar imponiendo recortes a las operaciones aéreas. Para el sector, sin duda no es una noticia positiva cuando esperan operar una mayor cantidad de vuelos para atender la alta demanda. Para los viajeros tampoco es algo positivo ya que se esperan más demoras y cancelaciones.

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