La NASA probará un avión supersónico capaz de volar a más 1.700 km/h sin producir estruendos
La agencia espacial estadounidense se prepara para presentar el viernes la nave experimental X-59, una tecnología con la que busca abrir la puerta a futuros vuelos comerciales.
La agencia espacial estadounidense, NASA, se prepara para un hito en la historia de la aviación, este viernes lanzará el X-59, su avión supersónico experimental. Diseñado para redefinir los vuelos de alta velocidad, será probado con el objetivo fundamental de evaluar si los ingenieros han logrado reducir los característicos estruendos de este tipo de tecnología.
El lanzamiento de prueba se llevará a cabo este viernes 12 de enero a las 4 p.m. ET (2100 UTC, 6PM hora argentina, 3PM hora de México) desde Palmdale, California.
Este avión mide 30 metros de largo y 4,27 metros de alto, podrá alcanzar una altitud de crucero 16.764 metros, volará a Mach 1.42, (medida de velocidad relativa que se define como el cociente entre la velocidad de un objeto y la velocidad del sonido), lo que equivale a 1.760 kilómetros por hora. El vuelo supersónico ocurre cuando un objeto volador excede la barrera del sonido que es de 1.234 kilómetros por hora, o Mach 1.
Los creadores afirman que no producirá una explosión sónica alarmante cuando esté volando, sino algo apenas audible para las personas que se encuentren en tierra. Posee un sistema de visión externo en HD para ver en tiempo real lo que sucede, lleva únicamente un motor que está colocado en la parte superior de la cola, y posee unas alas en forma de flecha para entrar en la atmósfera con mayor suavidad.
El avión se probará en zonas pobladas de Estados Unidos para comprobar su efectividad, cerciorándose de que el sonido generado apenas lo oigan las personas.
En un comunicado oficial, la NASA describió al X-59 como una creación única que demuestra la capacidad de volar a velocidades supersónicas generando un discreto “golpe sónico” en contraste con el estruendo ensordecedor asociado comúnmente con estas velocidades.
El desarrollo del X-59 es el resultado de una colaboración entre la NASA y Lockheed Martin Skunk Works, y representa la piedra angular de la misión Questst de la NASA. Esta misión tiene como objetivo principal reducir significativamente los tiempos de viaje al hacer factible el vuelo supersónico sobre tierra, especialmente sobrevolando zonas pobladas.
Estados Unidos prohibió los viajes supersónicos por tierra para aviones no militares en 1973 debido a la preocupación pública que generaba el estruendo sobre áreas habitadas. La NASA ha estado investigando alternativas para evitar ese efecto.
La intención es explorar la posibilidad de realizar vuelos supersónicos transoceánicos, teóricamente capaces de transportar pasajeros desde Nueva York a Londres en menos de dos horas, cuando ahora un vuelo comercial cubre ese trayecto en alrededor de 7 horas y cuarto.
“Definitivamente estamos listos para escribir un nuevo capítulo en la historia de los vuelos supersónicos, haciendo que los viajes aéreos sobre tierra sean dos veces más rápidos, pero de una manera segura, sostenible y mucho más silenciosa que antes”, afirmó Peter Coen, Gerente de Integración de la Misión Questst de la NASA, en un comunicado publicado en abril pasado.
Una vez que esté completamente operativo y haya pasado las pruebas necesarias, la NASA tiene planeado llevar el avión a ciudades seleccionadas de Estados Unidos en 2026, con el objetivo de recopilar retroalimentación del público sobre el sonido que produce. Esto marcará otro paso clave porque permitirá detectar con mayor precisión el nivel de comodidad acústica de esta tecnología.
“La idea de levantar la prohibición de los vuelos supersónicos sobre tierra es realmente emocionante”, dijo Catherine Bahm, gerente de Low Boom Flight de la NASA. “Ese es el futuro que el X-59 podría posibilitar”, señaló.
La primera persona en romper la barrera del sonido en un avión fue Chuck Yeager, en 1947. Yeager hizo su famoso vuelo en el Bell X-1, uno de los primeros aviones experimentales, también conocidos como aviones-X.
Si todo se logra sin problemas y el público considera que los golpes sónicos no son molestos, los reguladores podrían aflojar las restricciones a los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra, aunque los especialistas estiman que todavía pasarán varios años hasta que tales vuelos logren ser rutinarios. David Richardson, un ingeniero de Lockheed Martin, dijo a CBS News que es realista pensar que para 2035 podrá haber vuelos supersónicos comerciales sobre tierra.
Originalmente, se esperaba que este avión experimental realizara su primer vuelo de prueba el año pasado, sin embargo, la NASA necesitó más tiempo para garantizar el funcionamiento de sus sistemas y resolver ciertos problemas intermitentes con algunos ordenadores. Pero a pesar de los inconvenientes, X-59 fue sometido a pruebas estructurales y en tierra.
Fuente: www.infobae.com