Se publicaron dos nuevos decretos que avanzan en la desregulación y modernización de la aviación en la Argentina: la remoción de aeronaves abandonadas y el uso de drones
Este miércoles, se publicaron en el Boletín Oficial los Decretos 664/24 y 663/24 mediante los cuales se continúa con la modernización y desregulación del sector aerocomercial, proceso que se inició semanas atrás con la publicación del decreto que sienta las bases de la reforma impulsada por el Gobierno Nacional en esta materia y que se profundizó la semana pasada con un segundo decreto sobre la actualización del Registro de Aeronaves.
Es evidente, por lo que se ha visto hasta ahora, que la política aerocomercial, muy atrasada en muchos casos, ha tomado un impulso desregulador llamativo. Antes de entrar en los detalles de estos dos nuevos decretos, vale recordar que mediante los publicados anteriormente se reglamentó el acceso a los mercados, se habilitó el ingreso de nuevos operadores, se transparentó el modo de asignar rutas, posiciones y horarios, se mejoraron los servicios en los aeropuertos, se reglamentaron los acuerdos de cooperación entre empresas y se optimizó el proceso de optimización de matriculas, entre otras medidas.
También se implementó una política de liberalización de vuelos mediante acuerdos bilaterales que promuevan la apertura de cielos con Ecuador, Chile, Perú, Brasil, Uruguay, Panamá y Canadá, a los que se sumaran más países en los próximos meses.
Los nuevos decretos:
El decreto 664/24 reglamenta los artículos 74 y 75 del Código Aeronáutico que hablan sobre la remoción de aeronaves accidentadas o abandonadas en los aeropuertos. Por su parte, el decreto 663/24 prevé la reglamentación de la aviación civil no tripulada, es decir, el uso de drones.
El objetivo principal del primero, es agilizar el proceso que permite remover los aviones que no están en uso y que dificultan las tareas normales en los aeródromos, modernizando así un régimen burocrático que tiene más de 50 años y que llevó a que prácticamente nunca se haya logrado remover una aeronave. Es así que hoy, algunas llevan 30 años abandonadas. Con la normativa que se aprobó esté miércoles, el proceso de remoción se hará en un plazo máximo de seis meses.
Esto, sin duda, habrá de facilitar la utilización de los espacios, mejorar la seguridad operacional, optimizar la rentabilidad de los aeropuertos y las líneas aéreas y regular la venta de partes de aquellas aeronaves a ser removidas ya que prevé un registro continuo de esos componentes, evitando robos e irregularidades.
Con respecto a la reglamentación del uso de drones, el objetico central es desregular su utilización en zonas agrícolas, una decisión estratégica – dice el comunicado de la Secretaría de Transporte – teniendo en cuenta el potencial del crecimiento que la utilización de drones le ofrece a esta industria.
Mediante esta reglamentación, se eliminan las burocracias innecesarias para el uso privado de drones en el sector agropecuario. A su vez, promover y desregular el uso de drones crea un marco oportuno para el desarrollo en estas tecnologías y de inteligencia artificial.
