Llegó el avión que reforzará la vigilancia en el Atlántico Sur

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04/09/2024 La Nación – Nota – Política – Pag. 15
Mariano de Vedia

Armada. El P-3 Orion es la primera de las cuatro aeronaves adquiridas a Noruega; el monto de la operación conjunta asciende a US$60 millones.

El primero de los cuatro aviones P-3 Orion comprados a Noruega para fortalecer el patrullaje en los espacios marítimos, especialmente en el Atlántico Sur, aterrizó en la Base Aeronaval Almirante Zar, de la ciudad de Trelew, y se incorporará a la Armada.

La compra de las aeronaves, que en conjunto ascenderá a unos 60 millones de dólares, apunta a «equipar a las fuerzas para defender a los argentinos y nuestros recursos marítimos», anunció el ministro de Defensa, Luis Petri, en la red social X, al confirmar que la primera de las unidades tendrá la misión de custodiar la Zona Económica Exclusiva, un área amenazada por la depredación y la pesca ilegal. También será empleada en operaciones de búsqueda, rescate y salvamento marítimo, fluvial y lacustre.

Las gestiones con las autoridades del Reino de Noruega habían comenzado en la gestión del anterior ministro, Jorge Taiana, pero el gobierno de Alberto Fernández nunca pagó la primera cuota, de 10 millones de dólares, que vencía en diciembre pasado. Lagestión de Petri debió reencauzar las negociaciones y semanas después de asumir abonó el monto comprometido.

«La política del gobierno anterior era firmar cartas de intención para mejorar el equipamiento de las Fuerzas Armadas, pero después no cumplía los compromisos y las operaciones no se concretaban», declaró Petri a la nación en abril pasado, al viajar a Noruega para retomar las gestiones por la compra de los aviones.

También reveló en esa ocasión que el gobierno de Fernández no había negociado con Estados Unidos la validación de las tarjetas de los radares, que tenían el veto británico. «Sin la habilitación de las tarjetas de radares en condiciones, las aeronaves destinadas al control de la pesca ilegal pasan a ser aviones de pasajeros», deslizó Petri.

La primera de las aeronaves de exploración P-3 Orion Llevará el número de matrícula 6-P-57 y formará parte de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, perteneciente a la Fuerza Aeronaval N° 3. El acto de recepción oficial se hará a mediados de este mes en la Base Aérea Militar Aeroparque, en un acto que encabezarán Petri y el jefe de la Armada, Vicealmirante Carlos María Allievi.

La compra de los aviones a Noruega se suma a la adquisición de los 24 aviones caza F-16 a Dinamarca, con equipamiento militar provisto por los Estados Unidos, que comenzarán a llegar en 2025y serán asignados a la Fuerza Aérea, con una inversión de 650 millones de dólares. Su asiento será Brigada Aérea de Tandil, cuyas instalaciones serán sometidas a trabajos de remodelación para recibir las aeronaves.
Aviones para 15 años Según explicaron fuentes navales, las aeronaves P-3 Orion llegarán con un programa de extensión de vida de servicio (Aircraft Service Life Extension Program), que comprende el reemplazo completo de las alas, lo que garantiza, en promedio, un empleo individual de 17.000 horas de vuelo, lo que representa un tiempo de 15 años.

Fuentes de la Armada explicaron, además, que el contrato por los cuatro aviones de exploración de largo alcance incluye la llegada de unos 40 contenedores con accesorios y repuestos. La puesta en servicio de la unidad que ya arribó a la base aeronaval de Trelew insumirá un costo que podría llegar a 2,5 millones de dólares, incluida la entrega de un simulador de vuelo.

Los aviones Orion fueron desarrollados a fines de los años 50 por la empresa norteamericana Lockheed Martin. Concebidos como un avión de guerra antisubmarina de peso medio, tienen capacidad para vuelos a baja altitud y velocidad. Están equipados con cuatro motores turbohélice Allison T- 56-A-14 (4600HP cada uno) y cuentan con una autonomía de 12 horas de vuelo, suficientes para cubrir un trayecto a la Antártida.

Según la información que difundió la Armada, las aeronaves tienen capacidad para portar diferentes sensores de búsqueda, como radar de apertura sintética, sistemas de cámaras visuales e infrarrojas, procesadores acústicos para la detección subacuática y un sistema de identificación automática de buques, asociados a múltiples redes de comunicación, con recolección, procesamiento y transmisión de datos en tiempo real.

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