Manrique, de SMATA, pegó el primer portazo en una CGT que luce fracturada
«RENUNCIARÉ YO, EL GREMIO SEGUIRÁ OCUPANDO SU LUGAR»
Luis Autalán
El secretario gremial de la CGT y adjunto de SMATA, Mario Manrique, finalmente pegó el anunciado portazo en esa central obrera. Ejes como la escasa comunicación y la falta transparencia en la labor cegetista aparecen a primera vista como los motivos más relevantes, aunque las diferencias son más profundas.
A la hora de confirmar su alejamiento solo destacó al triunviro Pablo Moyano «por su coherencia» y disparó: «Esta CGT no me representa». «Renunciaré yo, el gremio seguirá ocupando el lugar con la representante, que es mi subsecretaria», indicó en referencia a Laura Lorenzo.
En diálogo con Radio Futurock, Manrique dejó un mensaje pensando en 2025 y la nueva conducción que deberá elegir la CGT. «La mira la tiene puesta en la renovación de autoridades del año que viene y hay que cambiar el estatuto», asestó el mecánico.
Al respecto, Manrique señaló: «Las autoridades se eligen en el congreso de la CGT, tenés cuatro o cinco sindicatos que te acumulan el 50% de los congresales».
La salida del mecánico ofrece otros vectores de análisis. Hoy la CGT aparece intentando recomponer el diálogo con la Casa Rosada, generando sus propios temblores intenos. Además, no es un detalle menor otro tópico que parte aguas en Azopardo: la decisión tomada por Cristina Fernández de Kirchner de ir por la presidencia del PJ. Manrique forma parte del grupo de dirigentes gremiales que tiene contacto constante con la ex presidenta, más allá de que SMATA ha sido una columna gremial de respaldo para Cristina.
«Hasta que Francos asumió como jefe de Gabinete, la gente había empezado a confiar en la CGT. Después, llegó Francos, les abrió la puerta y todo cambio», detalló Manrique, quien para remarcar alguna de sus objeciones reseñó: «El problema de la central es que cree que la solución está en los acuerdos de cúpula y no en la base y eso también hizo fracasar a la política».
