Aerolíneas: los pilotos se resisten a perder privilegios y siguen las negociaciones
clarin.com
Acordaron un cuarto intermedio hasta el martes, tras casi siete horas de negociación. Los gremios de tripulantes de a bordo y personal de tierra habrían acordado recortes en sus convenios.
La negociación más dura es con el gremio que encabeza Pablo Biró. El Gobierno exige que recortan los premios por retiro, asientos en clase ejecutiva y horarios de trabajo desde que toman en remís.
A cambio, les ofrece un incremento salarial de 14% para el período junio-agosto y no aplicar un fuerte ajuste mediante el procedimiento preventivo de crisis.
La prolongada reunión entre los directivos de Aerolíneas Argentinas y representantes de tres de los gremios aeronáuticos finalizó este lunes con un cuarto intermedio de 24 horas. Seguirán el martes, bajo la premisa de que el Gobierno exige a los sindicalistas de recortes significativos dentro de sus convenios colectivos de trabajo, como forma de volver «sustentable» la operación de la línea aérea estatal.
Entre esos recortes, estaría que los pilotos ya no puedan computar como parte de su turno laboral el momento en que los remises pasan a buscarlos por sus domicilios, ni que puedan contar con un asiento a su disposición en clase ejecutiva para descansar durante las horas de vuelo.
También se les exige que los tiempos de descanso en algunos destinos internacionales (Miami, Madrid y Roma) estén alineados con los de otras aerolíneas comerciales que cubren las mismas rutas.
Otro beneficio que había generado una fuerte polémica en las últimas semanas era el de los pasajes en clase ejecutiva para los pilotos y sus familiares, a los que tenían un acceso casi irrestricto. Ahora se les exige a pilotos y tripulantes de a bordo mantener ese beneficio pero limitado a los asientos de clase turista, con la posibilidad de un «upgrade» a ejecutiva sólo si hubiera asientos sin vender.
El gremio de los pilotos, que encabeza Pablo Biró, resistió esas exigencias. «Juegan al límite», señalaron fuentes oficiales. Por televisión, el colega de Biró, Ricardo Cirielli, dijo que la resistencia que ejerce el piloto «lo hace de torpe».
Antes de comenzar las reuniones, que tuvieron lugar durante la tarde y comienzo de la noche en la sede de Aerolíneas, en Aeroparque, los funcionarios de la empresa habían avisado que este mismo lunes debía arribarse a una solución. Y si no era satisfactoria para el Gobierno, el cierre de la compañía es la opción más probable.
Los gremios convocados fueron la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación de Aeronavegantes (AAA, tripulantes de a bordo) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA, personal de tierra).
Se trata de los tres gremios que vienen protagonizando medidas de fuerza de manera ininterrumpida desde mediados de agosto, cuando no aceptaron el incremento salarial de 11,8% que Aerolíneas les había ofrecido para el período junio-agosto.
Los otros dos gremios que negocian su paritaria con Aerolíneas, la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y la Unión del Personal Superior (UPSA), firmaron el convenio salarial.
«Lo que se pide es una propuesta integral, ellos nos hicieron una y nosotros trajimos otra. hay una diferencia en algunas cuestiones que mientras estén las negociaciones preferimos no comentar», dijo Mateo Ferrería, número dos del gremio que encabeza Pablo Biró.
El dirigente gremial admitió que sobre la mesa están negociando cuestiones como los remises que llevan a los pilotos desde sus casas hasta los aeropuertos, o los pasajes preferenciales para ellos y sus familiares. «Se habla de pasajes, de remises, de todo», dijo Ferrería. Y admitió, nuevamente, que desde el Gobierno les plantearon que solicitarán la apertura de un procedimiento preventivo de crisis si no se llega a un acuerdo.
«Hay un ultimátum, lo hemos leído en los medios, pero esperamos que se pueda avanzar», dijo Ferrería. Pero pasadas las 21.30, no había un acuerdo. «Sigue difícil», dijeron fuentes oficiales.
Además de las medidas de fuerza y «asambleas informativas» dentro de Aerolíneas Argentinas, los gremios aeronáuticos APA y UPSA realizaron también medidas de fuerza en la empresa de rampas Intercargo, también estatal, la cual presta sus servicios a prácticamente todas las líneas aéreas que operan en el país, con excepción de Aerolíneas, American Airlines y algunas operaciones de Flybondi.
La última medida de fuerza de APA en Intercargo, un paro sorpresivo el miércoles pasado en Aeroparque, generó la cancelación de diez vuelos de tres aerolíneas (Flybondi, JetSmart y LATAM). Además, unos 900 pasajeros de tres vuelos que quedaron con sus aviones en tierra no pudieron descender mientras duró la protesta.
A partir de esta última situación, el gremio APA fue denunciado penalmente por el Ministerio de Seguridad, el cual a su vez dispuso que la Policía de Seguridad Aeroportuaria pueda hacerse cargo de las operaciones de Intercargo, para reemplazar a los trabajadores de la compañía en caso de nuevas medidas de fuerza.
La línea de bandera, estatizada en 2008, ha registrado pérdidas año tras año y exigió al Tesoro un desembolso acumulado de más de 8.000 millones de dólares en los últimos 16 años. Según el balance 2023, la pérdida operativa del último año fue por el equivalente a 392 millones de dólares.
El gobierno de Milei impulsó en el Congreso dos proyectos de privatización de Aerolíneas, luego de que quedara fuera de las empresas «sujetas a privatización» en el texto de la Ley Bases. Pero el nuevo trámite legislativo para Aerolíneas está lejos de su aprobación, ya que el Gobierno no contaría con la mayoría necesaria.
Y remarcaron (así lo expresaron los gremialistas a la salida de las reuniones) que de no prosperar las negociaciones, el Poder Ejecutivo podría avanzar con el pedido del procedimiento preventivo de crisis para la empresa.
Los gremialistas habían dicho el viernes que la «negociación» que se abría desde ese momento podría durar «semanas». Sin embargo, desde el Gobierno se decidió durante el fin de semana acelerar los tiempos. Voceros oficiales señalaron, este lunes, que la negociación «no pasa de hoy». «O se llega con los gremios a una propuesta superadora, o se avanza con el cierre de la empresa«, dijeron. «La alternativa es privatización o cierre, y no se la puede privatizar porque el Congreso no lo aprobó».
El procedimiento preventivo de crisis es un mecanismo incluido en la Ley de Empleo (24.013) y es para que una empresa que puede demostrar que vende menos por causas externas se pueda ajustar, incluyendo la suspensión o despido de personal pagando una indemnización menor. La autorización corre por cuenta del ministerio de Trabajo (ahora, secretaría de Trabajo).
Un dato importante es que, al menos como está en la ley, este procedimiento No implica el cierre de la empresa, sino que puede realizar un fuerte ajuste sin ajustarse a los convenios colectivos de trabajo, los cuales quedan suspendidos mientras esté vigente ese mecanismo.
Aun así, desde el Gobierno siguen mencionando el «cierre» de Aerolíneas como única alternativa si no llega a haber acuerdo con los gremios. «Un paro más, y la empresa cierra», agregaron voceros oficiales.
Aeroparque Jorge Newbery. Foto: Luciano Thieberger.