Abogado laboralista advirtió por los riesgos de la reforma laboral: «ataca frontalmente a los sindicatos»

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«Profundizará la desigualdad entre capital y trabajo».

El abogado laboralista Juan Manuel Loimil, integrante de la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio, sostiene que el proyecto de reforma laboral de Milei solo profundiza la desigualdad en la relación capital-trabajo, ataca la protección individual e intenta desarticular las organizaciones gremiales.

MundoGremial – Fuente/imagen
Publicado el 11/12/2025

En diálogo con Mundo Gremial, el abogado laboralista Juan Manuel Loimil, integrante de la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio, realizó un análisis sobre el proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno de Javier Milei. El especialista sostuvo que el proyecto es «regresivo» y que está, «lejos de ampliar derechos o actualizar la legislación en clave de protección o simplemente de adecuarla a los tiempos actuales o futuros», ya que su verdadero efecto será que «profundizar la desigualdad en la relación de fuerzas entre capital y trabajo».

El experto resumió el impacto integral del proyecto que ingresó este jueves al Congreso: «Quita derechos consolidados de las personas que trabajan, desarticula garantías históricas de la Ley de Contrato de Trabajo, deroga estatutos particulares de diversas actividades y excluye directamente a otros colectivos —como los trabajadores y trabajadoras de plataformas— de la tutela del derecho laboral, colocándolos en un régimen a medida de las empresas».

Doble agresión a la protección laboral y la seguridad social

Loimil explicó que lo que más le preocupa es el «doble movimiento que hace el proyecto», atacando tanto el plano individual como el colectivo. En cuanto a la protección del trabajador, señaló que la reforma «debilita la protección individual» al habilitar la «renuncia de derechos».

Además, incorpora figuras que desordenan la vida laboral y personal: «flexibiliza la jornada desordenando por completo la vida de las y los trabajadores y sus familias», altera el régimen indemnizatorio e introduce figuras como el “salario dinámico” decidido unilateralmente por el empleador.

Una de las críticas más duras se centró en el nuevo “Fondo de Asistencia Laboral”. Loimil detalló que este mecanismo obliga a las empresas a «inmovilizar recursos para despidos futuros e inciertos», pero el problema radica en su financiación y ejecución: el sistema exige pagar «comisiones y gastos a entidades financieras que la propia ley coloca como intermediarias».

El abogado alertó sobre el impacto fiscal y social de este Fondo, ya que «esos fondos se detraen de las contribuciones patronales, desfinanciando la seguridad social». Loimil fue categórico en este punto: «en la práctica se le quita dinero a las jubilaciones para subsidiar eventuales indemnizaciones, mientras el único ganador seguro es el sistema financiero».

Ataque al sindicalismo

El segundo movimiento del proyecto, según el laboralista, es que «ataca frontalmente a los sindicatos y a la negociación colectiva». El análisis de Loimil sostiene que la iniciativa busca fragmentar el poder gremial a través de una serie de restricciones.

En esa línea, explicó que el proyecto «restringe el derecho de huelga», recorta la intervención de las organizaciones de segundo grado, e intenta «fragmentar el poder sindical dando prevalencia al sindicato de empresa sobre los de actividad».

Finalmente, Loimil concluyó que, en síntesis, el proyecto «no se trata de una modernización sino de una reforma regresiva que reconfigura el sistema laboral en perjuicio de las y los trabajadores y de sus organizaciones», alertó.

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