Aerolíneas: finalmente avanza un acuerdo con los gremios que deben someterlo a asamblea
Luis Ceriotto
El gremio de los pilotos de Aerolíneas Argentinas llegó a un preacuerdo con la empresa para establecer una serie de recortes de sus beneficios laborales. La negociación debe ser aprobada por la asamblea de los pilotos para que el acuerdo quede en firme.
Los otros dos gremios que negocian sus condiciones con la empresa, la Asociación de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) todavía no cerraron un acuerdo preliminar como el de los pilotos. Sin embargo, fuentes oficiales señalaron que con esos dos gremios «también se está avanzando».
Aerolíneas habría accedido a otorgar un aumento salarial de 11,8%nominal (sin contar adicionales) para el período junio-agosto, que es el que por el momento se sigue tomando como referencia del reclamo gremial. Ese fue el incremento que otorgó a los únicos dos gremios que negociaron sus paritarias en aquel momento, APTA y UPSA.
En el caso de los pilotos, ese incremento salarial será diferente y marca una importante diferencia sobre la modalidad que se aplicaba hasta el momento.
El aumento salarial para el semestre junio-noviembre de los pilotos, según lo acordado será de 16%. Cualquier repaso con la calculadora arroja que la proporción entre el aumento trimestral de los otros dos gremios es mucho más ventajosa que el total que los pilotos obtuvieron para un semestre completo.
Sin embargo para los pilotos, habrá un mecanismo de incentivos por productividad. «Los que más vuelen más van a cobrar», agregaron las fuentes oficiales.
La productividad de los pilotos de Aerolíneas es menor a la de sus colegas de otras líneas aéreas de la región. Como mecanismo de comparación, se suele mencionar que un comandante de vuelos trans oceánicos no supera las 40 a 50 horas por mes contra 70 de un competidor de LATAM o Avianca.
Con este nuevo mecanismo de remuneración, se estaría incluyendo una figura de «productividad» que hasta el momento ni figuraba en el diccionario de los pilotos de Aerolíneas.
La otra pata del acuerdo se refiere a concesiones en los convenios colectivos de trabajo de APLA, que acaparó la mayor parte de las casi ocho horas de negociaciones de este martes en la sede de Aerolíneas Argentinas.
Pasajes gratuitos en clase ejecutiva, descanso en los días de cumpleaños, tiempo de trabajo computado desde que el remís los pasa a buscar por su domicilio fueron algunos de los puntos que se les exigió bajar de los convenios.
Otras cuestiones están vinculadas a achicar los tiempos de descanso en destinos remotos como Madrid y Roma, dejar de disponer de un asiento en clase ejecutiva durante el tiempo de vuelo y una fuerte reducción en los pasajes con descuentos por la casi totalidad de su valor (al 25% de su valor nominal) para los pilotos, tripulantes de a bordo y sus familiares.
Al filo de las 23 horas se firmó un preacuerdo entre la empresa y el secretario gremial de APLA, Mateo Ferrería. El número uno del gremio, Pablo Biró, no asistió a ninguno de los tres encuentros en la sede de Aerolíneas, entre el viernes y el martes, pero siguió las negociaciones por teléfono, junto con el vocero del gremio, Juan Pablo Mazzieri.
Tanto el titular de Aerolíneas, Fabián Lombardo, como los representantes del gremio aseguraron que las negociaciones «avanzaron» en el sentido que exigió el Gobierno: conseguir un plan «sustentable» para la empresa, que sólo en lo que va de este año ya tuvo cerca de 20 medidas de fuerza gremiales.
En rigor, aun si las partes terminan ratificando por completo este preacuerdo, se trataría de una negociación que apunta por sobre todo a conseguir un período de paz social para la empresa, aquejada por la caída de venta de pasajes en el momento del año que más dinero suele recaudar, a las puertas de la temporada veraniega.
La masa salarial de Aerolíneas ronda entre 600 y 700 millones de dólares por año, según fuentes del sector, y representa aproximadamente un 40% de sus ingresos totales. La modificación de los convenios colectivos de trabajo no apunta tanto a generar un fuerte ahorro sino a conseguir que los gremios acepten cláusulas de trabajo más en línea con las empresas privadas que tienen como objetivo la rentabilidad.