Aplican 376 sanciones por los paros en Aerolíneas
21/11/2018 La Nación – Nota – Economía – Pag. 1
Julia D’Arrisso
El caos que se vivió en el Aeroparque y en Ezeiza el jueves 8 de noviembre por la medida de fuerza planteada por los gremios de Aerolíneas Argentinas se podría repetir esta mañana. La empresa anunció ayer que suspendió a 376 empleados por el «abandono o retención de tareas» aquel día. En respuesta, los gremios anticiparon que hoy , a las 7, planean anunciar nuevas acciones por los reclamos salariales planteados a principios de mes. No se descarta que, ante las suspensiones, la protesta se agrave.
El conflicto original surgió porque los sindicatos de la empresa (pilotos, mecánicos, personal de tierra, entre otros) reclaman la aplicación sobre los salarios de una cláusula gatillo correspondiente al mes de septiembre. La paritaria contemplaba un aumento del 17% con cláusula de ajuste automática por la inflación: esto es, en caso de que el incremento inicial fuera superado por el IPC, los salarios deberían ajustarse según ese indicador oficial.
La cláusula se activó a partir de mayo y regía hasta el 30 de septiembre, cuando vencía el convenio. Los gremios reclaman la compensación del 6,5% correspondiente al IPC de ese mes, mientras que la empresa admite no haberlo pagado en razón de que al momento de abonarse los salarios aún no se conocía el indicador y desde entonces debe discutirse el nuevo convenio. Además, Aerolíneas argumenta que la medida de fuerza fue realizada sin ningún preaviso.
El conflicto se endureció en las últimas semanas, y tras los últimos episodios de protesta gremial la empresa decidió suspender a ese grupo de empleados por entre 10 y 15 días, «según el nivel de afectación del servicio». Fuentes de Aerolíneas aclararon a LA NACION que las suspensiones se realizarán «en forma escalonada para no afectar la operación de la empresa». Se informó además que descontará las horas no trabajadas a todos los que participaron de las asambleas. Las suspensiones fueron comunicadas ayer con telegramas dirigidos a los empleados de las áreas de tráfico (mostradores), contact center, rampa, mantenimiento y pilotos.
«Los trabajadores supuestamente sancionados aún no fueron notificados. Cuando lo hagan, analizaremos el texto y oportunamente responderemos . El derecho a realizar reuniones , asambleas y huelgas es absolutamente constitucional, quizás estamos bajo un gobierno dictatorial que no respeta la Constitución», expresó el jefe de uno de los gremios en conflicto.
Asambleas
Durante este mes se realizaron tres asambleas por parte de los gremios aeronáuticos. Dos de ellas, el 2 y el 16 de noviembre, fueron encabezadas por la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y duraron unas tres horas. El reclamo del 8 de noviembre, en cambio, se extendió por más de 10 horas, por lo que la empresa lo consideró una «medida ilegal» o un «paro no declarado».
Por su parte, los gremios expresaron ayer en un comunicado que «se adoptarán medidas de acción directa con afectación de actividades y asambleas en puestos de trabajo», cuya extensión y modalidad se especificarán en una conferencia de prensa en Aeroparque hoy, a las 7 de la mañana.
La medida la llevan adelante la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), liderada por Ricardo Cirielli; la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), de Edgardo Llano; la Unión Personal Superior Aeronáutico (UPSA), de Rubén Fernández; la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que encabeza Pablo Biró, y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), que dirige Cristian Erhardt.
«Los sindicatos aeronáuticos unidos llevaremos adelante un plan de lucha en el que se adoptarán medidas de acción directa con afectación de actividades y asambleas en puestos de trabajo en pos de la regularización de esta problemática», indicaron en un comunicado.
La empresa aún no dispuso reprogramaciones de vuelos ni un plan para organizar posibles atrasos o suspensiones, ya que no se conocen los alcances de la medida.
El 8 de noviembre se cancelaron 258 vuelos y 30.000 personas fueron afectadas. Pero además se abrió el debate sobre los problemas financieros que atraviesa la empresa estatal, hasta el punto de provocar la reacción de Mauricio Macri. Ese día, el Presidente expresó que, producto de la devaluación, el aumento del combustible y los costos salariales, Aerolíneas volvió a necesitar financiamiento del Tesoro.
En ese momento, el presidente de Aerolíneas, Luis Malvido, dijo: «Los gremios tienen una interpretación diferente del acuerdo paritario. Nosotros entendemos que la paritaria pasada terminó en septiembre y que la inflación posterior es parte de lo que tenemos que conversar de acá para adelante. Los sindicatos nunca informaron la razón de la medida de fuerza, tampoco por qué la levantaron».
La empresa formalizó una denuncia contra los gremios ante la Secretaría de Trabajo en la que pidió la «urgente» intervención del Gobierno para que «arbitre» en el conflicto. Las suspensiones anunciadas podrían incluirse en esa misma causa o podrían formar parte de una nueva presentación.
Aerolíneas llevaba adelante un plan de «déficit cero» que debió revisar, producto de la suba de sus costos por la devaluación. Así y todo, esperaba cerrar el año con subsidios por US$90 millones, «pero ya vamos por US$180 millones. Es mucho menos que los US$678 millones promedio de la última década, pero sigue siendo mucho dinero. Y no vamos a poder cerrar en cero el año próximo», señaló Malvido.
Los principales costos que tiene la aerolínea son los sueldos -US$540 millones al año-, el combustible -para el que destinarán este año unos US$380 millones- y el leasing de los aviones, que cuesta US$330 millones. La facturación de este año será de US$2000 millones.
El origen del conflicto
Cláusula gatillo
El reclamo de los gremios surgió el 8 de este mes, cuando le pidieron a la empresa que otorgara el 6,5% de aumento de la cláusula gatillo correspondiente a la inflación de septiembre. La paritaria de los sindicatos de aeronavegantes se cerró en el 17% con cláusula gatillo y empezó a regir a partir de mayo.
El enojo de Macri
El 8 de noviembre, el presidente Mauricio Macri se mostró enojado por el cese de actividades en los aeropuertos y pidió que Aerolíneas «vuele sin pedirle plata al Estado». Además, expresó que «no es justo que el 95% de los argentinos [que no viajan en la aerolínea de bandera] tengan que pagar para que Aerolíneas funcione». En total se cancelaron 258 vuelos y 30.000 personas fueron afectadas por las medidas de fuerza durante más de 10 horas.
Suspensiones
Después de las asambleas, que la empresa consideró «ilegales», Aerolíneas decidió suspender entre 10 y 15 días, según el caso, a 376 trabajadores, a quienes les descontará las horas de asamblea.
Respuesta gremial
En este escenario, los cinco gremios aeronavegantes anunciarán hoy «medidas de acción directa con afectación de actividades y asambleas en puestos de trabajo», cuyas extensión y modalidad se definirán muy temprano.