Lufthansa Group ha perdido 116 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone entrar en pérdidas tras los 713 millones de euros del mismo periodo de 2018, según ha informado este martes la compañía en un comunicado remitido a este digital. El aumento de la competencia en Europa y el exceso de capacidad han influido en los resultados de la compañía.

Lufthansa ha incrementado un 3% la facturación este primer semestre, hasta alcanzar los 17.523 millones de euros. El beneficio operativo ha alcanzado los 417 millones de euros, con una reducción del 60%. En el segundo trimestre se ha mantenido en la zona de beneficio, pero con una fuerte caída del 24% del operativo (761 millones de euros) y del 70% del neto (226 millones de euros).

“Nuestro resultado está influido por una fuerte competencia en Europa y un elevado exceso de capacidades, especialmente en las rutas de corto recorrido de Alemania y Austria. Estamos respondiendo a esto reduciendo aun más nuestros costes y aumentando la flexibilidad. Con el plan de reestructuración que hemos presentado recientemente pretendemos hacer que Eurowings también sea una aerolínea rentable”, ha indicado el director financiero de Lufthansa, Ulrik Svensson (Lufthansa ve a Easyjet y Ryanair como una amenaza real en Alemania).

La aerolínea, que también ha tenido que enfrentarse a la revalorización del riesgo fiscal en Alemania, para lo que se requirieron provisiones de 340 millones de euros, ha señalado que su filial de bajo coste Eurowings ha registrado un ebitda negativo de 37 millones, lo que supone una mejora de 4 millones con respecto a lo alcanzado en los seis primeros meses del pasado año (+10%), mientras que los ingresos se mantuvieron estables con 1.942 millones de euros.

El grupo ha explicado que los resultados de Eurowings se deben al descenso del rendimiento en las rutas de corta y media distancia, aunque en el segundo trimestre el descenso se ha atenuado gracias al negocio de larga distancia (Eurowings abandona el largo radio para ganar dinero).

La filial de bajo coste se centrará en acelerar su recuperación financiera atendiendo más a las rutas europeas de corta distancia y tratando de aumentar la productividad. Además, intentará reducir los costes unitarios hasta un 15% para 2022. Asimismo, el grupo ha eliminado las aeronaves más antiguas de Eurowings y las está sustituyendo por otras más nuevas y eficientes.