Cómo son los aviones de exploración marítima que el Gobierno comprará a Noruega

406
0
Compartir:

19/05/2023 Perfil.com – Nota

Las cuatro aeronaves requerirán una inversión de más de 67 millones de dólares y serán destinadas al control de la pesca ilegal en la milla 200.

El Ministerio de Defensa acordó con Noruega la compra de cuatro aeronaves de exploración marítima. Con una inversión de más de 67 millones de dólares, se adquirirán los aviones supersónicos Lockheed Martin P-3 Orión, destinados a que la Armada controle la pesca ilegal en el Atlántico Sur hasta la milla 200.

Dos de las aeronaves aún se encuentran operativas y en vuelo en Noruega hasta junio y julio, mientras que las dos restantes ya están en Washington para ser inspeccionadas y recibir servicios de mantenimiento, por lo que el acuerdo con Noruega incluye un convenio con Estados Unidos.

Lockheed Martin P-3 Orión aviones.
El equipamiento instalado en las aeronaves y las tareas de mantenimiento están incluidas en la negociación cerrada por el Ministerio de Defensa. El ofrecimiento de 67 millones de dólares será financiado por la Agencia del Gobierno Noruego, para ser saldado en un período de tres años (30%, 40% y 30% respectivamente cada año). Para llevar adelante el pago de estas aeronaves se dispondrá del Fondo Nacional para la Defensa.

Agustín Rossi, jefe de Gabinete, en su informe al Congreso de la semana pasada señaló que estas negociaciones tenían el objetivo de adquirir un soporte logístico “que permita un sistema sostenido en el tiempo para los próximos 20 años». Las negociaciones habían comenzado en la primera semana de marzo, según informó el jefe de la Armada argentina, Julio Guardia.

Cómo son los aviones noruegos
El Lockheed P-3 Orion es un avión desarrollado para la Marina de Guerra de Estados Unidos, cuyos roles principales son la patrulla marítima, el reconocimiento y la guerra antisubmarina.

Lockheed Martin P-3 Orión aviones.
El Orion está basado en el transporte de pasajeros Electra de la misma empresa, es un monoplano de ala baja, propulsado por cuatro turbohélices con una bodega ventral para lanzamiento de bombas, torpedos o minas antisubmarinas, y cuenta además con soportes subalares que le permiten incrementar la carga ofensiva, incluyendo misiles antibuque.

Una característica externa de este avión es su cola alargada, donde tiene instalado el detector de anomalías magnéticas, para la búsqueda y detección de submarinos. Su autonomía es de 12 horas y su radio de acción logra cubrir unas 1.500 millas náuticas (2780 km).
Dado que la tecnología que tienen es totalmente digital, estos aviones efectúan misiones de inteligencia fotográfica y de identificación de buques. Pero además de sus labores de patrulla marítima, están preparados para la guerra antisuperficie y la guerra antisubmarina, por lo que históricamente se han considerado como poderosos aviones para el combate.

Inversión en soberanía
Considerando la autonomía del Lockheed P-3 Orion y su radio de acción, los técnicos de la Armada y de Defensa consideran que esta inversión permitirá cubrir sin inconvenientes el litoral marítimo argentino, la plataforma continental y la Antártida Argentina.
Según datos oficiales, desde 1986 a 2020 la Prefectura Naval Argentina capturó 80 buques, 15 de ellos de Corea del Sur, 12 de China, 11 de Taiwán y 11 de España. Dos de estos cuatro países, China y España, son los principales destinos de las exportaciones de pesca argentinas.

El problema de la milla 201
La milla 201 representa uno de los puntos más calientes en el mundo para la pesca de especies marítimas de valor comercial. Bordea la Zona Económica Exclusiva Argentina, franja marítima que se extiende desde el límite exterior del mar hasta una distancia de 200 millas náuticas, en la que buques extranjeros no tienen habilitación para la actividad pesquera.

Sin embargo, las embarcaciones españolas y asiáticas se mueven dentro de las 200 millas ilegalmente, distanciándose hacia la milla 201 cuando notan la presencia de controles de la Armada Argentina. Dicha maniobra los libera de la infracción e imposibilita la acción por parte del Estado argentino, lo que la convierte en un área gravemente vulnerada por la práctica de la pesca ilegal.

Esta actividad no declarada y no reglamentada, no sólo afecta a la fauna marina, sino que también golpea a la economía nacional. Según un estudio de de 2022 de la Financial Transparency Coalition (FTC), en Argentina genera pérdidas de entre USD 1.000 millones y USD 2.600 millones cada año.

La inversión en los aviones supersónicos Lockheed Martin P-3 Orión permitirá que los escasos controles realizados sobre la depredación en aguas argentinas se vean fortalecidos, patrullando a las flotas pesqueras extranjeras que buscan principalmente langostinos, merluzas y calamares.
ML / ED

Compartir: