Con aviones y 450 efectivos, el Gobierno fortalece la presencia militar en Santa Cruz

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09/02/2023 La Nación – Nota – Política – Pag. 13
Mariano de Vedia

Patagonia. El ministro Taiana encabezó la reapertura de la X Brigada Aérea de Río Gallegos, desactivada en 1996; llevan aeronaves de combate.

Con una dotación de 450 efectivos y aviones de entrenamiento avanzado IA-63 Pampa III, la Fuerza Aérea volverá a tener una brigada permanente en la provincia de Santa Cruz, después de 27 años. El ministro de Defensa, Jorge Taiana, puso en marcha la reapertura de la X Brigada Aérea de Río Gallegos, junto a la gobernadora Alicia Kirchner, y el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Xavier Issac, y ratificó el objetivo estratégico de fortalecer el control del espacio aéreo y la presencia argentina en el Atlántico Sur, con miras a la Antártida.

La decisión de reactivar la presencia de la Fuerza Aérea en la Patagonia una ubicación estratégica, con miras a la Antártida se suma a los proyectos ya en marcha para construir una Base Naval Integrada en Ushuaia y crear un Polo Logístico Antártico, iniciativas que son miradas de reojo por el gobierno de Estados Unidos, por el posible interés que despiertan en China y Rusia.

En los años posteriores a la Guerra de las Malvinas y luego de ser desprogramado el sistema de armas Mirage ?los aviones caza interceptores y bombardeo que comandaron los pilotos argentinos en el conflicto con Gran Bretaña de 1982?, la Fuerza Aérea se quedó sin un asiento permanente en Santa Cruz. Eso ocurrió en 1996, durante la gobernación de Néstor Kirchner en la provincia.

Desde ese momento, las Fuerzas Armadas no contaban en ese lugar con aviones de combate.
«La reapertura de la X Brigada Aérea está directamente vinculada con la visión de una Argentina que proyecta hacia el sur, hacia el Atlántico, las islas y la Antártida, que son componentes estratégicos para el desarrollo del país», afirmó el ministro Taiana, al encabezar el acto de reapertura. Destacó como objetivo prioritario «mantener la presencia argentina, vigilar y controlar nuestros espacios».

Para fortalecer las capacidades de la unidad aérea de Río Gallegos, el Ministerio de Defensa decidió reubicar tres aviones Pampa IA-63, que se encontraban en la VI Brigada Aérea de Tandil. Son aeronaves de entrenamiento avanzado, construidas en la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), con sede en Córdoba. La dotación de la Fuerza Aérea estará integrada por 50 oficiales, 250 personal de cuadros y 150 soldados.

Punto de proyección El brigadier Isaac, en tanto, confirmó que la V Brigada Aérea de Río Gallegos será la principal base de despliegue de la Fuerza Aérea en la región austral. «Este es nuestro punto de proyección hacia todas las operaciones antárticas y donde operamos el radar militar todos los días del año. Tenemos piezas de artillería antiaérea, pero nos faltaban los medios aéreos, por eso trajimos los Pampa III», argumentó.

Y potenció la capacidad de las aeronaves construidas en Córdoba.
«Ahora podemos decir que no es solamente un avión de entrenamiento, es un avión de ataque, un avión que nos da la posibilidad de controlar efectivamente nuestro espacio», concluyó.

En una segunda etapa, al envío de los aviones IA-63 Pampa III se sumará el despliegue de helicópteros con capacidad para llevar adelante el sostén logístico para las bases antárticas y los servicios de búsqueda y salvamento militar.

En el Ministerio de Defensa destacaron, además, que desde mayo de 2022 funciona en Río Grande (Tierra del Fuego) un radar de vigilancia y control aéreo RPA- 170M, producido por Invap, que incrementó la capacidad de control y custodia del espacio aéreo en el Atlántico Sur.
La reapertura de la base fue bien recibida, en general, por la comunidad aeronáutica, especialmente en los ámbitos cercanos a la conducción de la fuerza y en las camadas de pilotos más jóvenes.

Para dar relieve a la presentación de la nueva brigada aérea, Taiana llevó, además, a Río Gallegos, a los jefes del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo; de la Armada, almirante Julio Horacio Guardia, y del Ejército, teniente general Guillermo Olegario Pereda.

También estuvieron veteranos de Malvinas que durante la guerra fueron destinados a la base militar que después quedó desactivada.
La reapertura de la base fue bien recibida, en general, por la comunidad aeronáutica, especialmente en los ámbitos cercanos a la conducción de la fuerza y en las camadas de pilotos más jóvenes.

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