DÍA DEL TRABAJADOR 1 DE MAYO DE 2012

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En la segunda mitad del Siglo XIX, el rápido avance de la actividad industrial generó un desarrollo enorme del proletariado en todo el mundo, en conflicto permanente con los empresarios por los terribles abusos laborales que eran cometidos. Paulatinamente los trabajadores fueron agrupándose, para lograr unidos y organizados mejoras significativas laborales y salariales.

Las condiciones laborales de la clase obrera eran deplorables. Niños, mujeres y hombres eran explotados en jornadas de hasta dieciocho horas diarias sin descanso semanal y con remuneraciones ínfimas. La Revolución Industrial avanzaba con su tecnología y gran injusticia social. Con ella, EEUU comenzaba a crecer como país industrializado atrayendo a miles de obreros de Europa, con más avanzada conciencia laboral y gremial, de ideología anarquista y socialista en su gran mayoría.

En 1884 se celebró en Chicago, la segunda ciudad en importancia de Estados Unidos en ese entonces, el IV Congreso del American Federation of Labor. En el mismo se dispuso que a a partir del 1 de mayo de 1886 se inciaría una campaña de lucha en todo el país para conseguir que se respete y cumpla por parte de la patronal, la jornada laboral de 8 horas. A través de mitines, movilizaciones obreras y huelgas.

En 1886 el Presidente de los Estados Unidos Andrew Johnson había promulgado, gracias a la tenaz lucha del trabajador mecánico Ira Steward, la ley que establecía la jornada de 8 horas de trabajo. Pero jamás fue cumplida por la patronal. Esa negativa provocó que organizaciones laborales de todo el país comenzaran a luchar por su cumplimiento. Mediante las medidas de fuerza anunciadas, a partir del 1 de mayo de 1886 los trabajadores organizados (350.000), lograron con más de cinco mil huelgas paralizar la producción nacional.

El resultado fue exitoso para la masa obrera en todos lados, menos en Chicago. El Chicago Tribune publicó: «El plomo es la mejor alimentación de los huelguistas», y pedía para éstos prisión y trabajos forzados como «la única solución posible a la cuestión social».

En la fábrica McCormik llevaban más de dos meses de enfrentamientos entre obreros y patrones, con rompehuelgas contratados para tales efectos. El 1º de mayo de 1886 el choque fue violento. Al día siguiente intervino la policía para dispersar a más de 50.000 manifestantes. El 4 de mayo se congregaron los obreros frente a la McCormik. Fue rechazada la manifestación y hubo 6 muertos y numerosos heridos. Se realizó luego un mitin en la Plaza Haymarket, donde los más destacados dirigentes sindicales harían uso de la palabra. En pleno acto, la policía recibió órdenes de dispersar brutalmente a los asistentes. Una bomba de origen desconocido estalló cerca de las fuerzas policiales, con un saldo de seis policías muertos, lo que provocó una reacción aún más violenta de las fuerzas policiales que atacaron despiadadamente a los trabajaodres Dejando un resultado de 38 muertos y 115 heridos.

Por la muerte de los polcías fueron encarcelados los oradores del acto y otros participantes del mitín, acusándolos de conspiración y asesinato. En un proceso judicial absolutamente irregular y objetable, donde se trató de demostrar la culpabilidad de los ocho acusados que no pudo ser probada, se los condenó a dos de ellos a prisión perpetua, a otro a 15 años de trabajo forzados, y a los cinco restantes a muerte. Los condenados a la horca, ejecutados el 11 de noviembre de 1887, fueron: Adolf Fisher alemán periodista; Albert Parsons (estadounidense periodista, que se comprobó que no estuvo en el lugar pero se entregó para estar con sus compañeros); Georg Engel, alemán tipógrafo; Hessois Spies alemán periodista; Louis Linng, alemán carpintero (se suicidó en su celda, para no ser ejecutado). El objetivo de tratar de disciplinar y someter a la clase trabajadora estadounidense mediante la represión sangrienta y la muerte, se había llevado a cabo en forma conjunta parte del Estado de ese país y su clase empresarial.

Pero fracasaron en su cometido final. La lucha de los trabajadores y el sacrificio de los mártires de Chicago triunfaron, cumpliéndose las palabras finales de Spies, “Llegará la hora en que nuestro silencio será mucho más elocuente que las voces que ustedes estrangulan hoy”.

La fuerza de la organización obrera se extendió a todos los paises del mundo. En 1889 se conformó la Segunda Internacional de trabajadores en Paris. Argentina estuvo representada por Alejo Peyret, vinculado al socialismo francés. Adoptándose el primero de mayo, en expresa alusión a los mártires de Chicago, como día de ratificación de los derechos de los trabajadores, reivindicación de sus reclamos laborales, y en el que debían demandar los poderes estatales reducir la jornada laboral a ocho horas.

A partir de 1890 se comenzaron a realizar actos en cantidad creciente de países. En nuestro país se celebró por primera vez en ese año el Día de los Trabajadores. Convocándose a un mitín en un predio del barrio de la Recoleta (el Prado Español), que reunió 2000 asistentes, un gran número para la época. A los trabajadores concurrentes, se les descontó la jornada laboral. Las celebraciones continuaron de manera accidentada, con actos efectuados por separado por anarquistas y socialistas, y con represiones gubernamentales graves y luctuosas. Entre las que se destaca la de 1909, cuando el Jefe de Policía Ramón Falcón ordenó una salvaje represión en Plaza Lorea, donde murieron 14 manifestantes y hubo 80 heridos. Entre ellos ancianos, mujeres y niños baleados por la espalda. Lo cual desató una semana de huelga general. En los años siguientes empezó a actuar como fuerza de choque y “persuación”, la Liga Patriótica de Manuel Carlés. Atacando a los trabajadores sindicalizados y movilizados, e impartiéndoles “amor al país” mediante las damas de beneficiencia de clase alta, que repartían ropa y catecismos a los trabajadores no agremiados “para que fueran buenos y no existieran luchas sociales”.

Finalmente, el 28 de abril de 1930, el gobierno de Hipólito Yrigoyen, instituyó el 1 de mayo como “fiesta del trabajo en todo el territorio de la Nación”, estableciendo “que es universalmente tradicional consagrar ese día como descanso al trabajo”.

A partir del la primera presidencia de Juan Domingo Perón, todas las reivindicaciones que los trabajadores habían reclamado y anhelado se fueron haciendo realidad. Y los trabajadores de ideología peronista, cada vez más organizados y sindicalizados, fueron ocupando cada 1 de mayo el espacio público, adueñándose de los símbolos, significaciones y reclamos laborales de esa histórica fecha.

Lo cual, ha variado sustancialmente en los últimos años, ocupando ese lugar sindical en el espacio público para conmemorar la fecha, mucho más las organizaciones políticas de izquierda. Fundamentalmente, por la no convocatoria a tal efecto, de la entidad que agrupa a la mayoría de organizaciones gremiales peronistas.

A lo largo del tiempo, el 1 de mayo ha tenido diversas significaciones ideológicas y políticas. Para unos, es un día de reinvidación de las luchas sindicales y de los reclamos laborales; para otros, de festejo y hermandad entre los trabajadores.

Ambas, son perfectamente compatibles y complementarias. Ambas, ameritan ser conmemoradas y celebradas en esa emblemática fecha. Porque ambas nobles intenciones, estuvieron presentes en los corazones y las mentes, de los compañeros trabajadores que protagonizaron las justas jornadas de lucha, iniciadas aquel 1 de mayo de 1886. Continuadas por muchos otros mártires en el mundo y en nuestro país.

De quienes debemos seguir siendo, como lo hemos sido hasta ahora los Técnicos Aeronaúticos, sus fieles seguidores y herederos.

AMBOS IDEALES, EL DE LA LUCHA Y EL DE LA HERMANDAD Y UNIDAD GREMIAL, SON INDISPENSABLES EN ESTA ETÁPA CRÍTICA DE NUESTRA INDUSTRIA Y EMPRESAS, PARA RECUPERAR Y GARANTIZAR NUESTRAS PRINCIPALES FUENTES DE TRABAJO AEROCOMERCIALES Y AERONAÚTICAS: AEROLÍNEAS ARGENTINAS, AUSTRAL Y FADEA SA, AMENAZADAS EN SU SUBSISTENCIA, ENTRE OTROS FACTORES, POR SU FALTA DE INVERSIÓN CRÓNICA Y GENERALIZADA EN EQUIPAMIENTO AERONAÚTICO E INFRAESTRUCTURA TÉCNICA. NO REVERTIDA DESDE SU ESTATIZACIÓN, A PESAR DE LOS MILES DE MILLONES DE DÓLARES EN SUBSIDIOS QUE HAN RECIBIDO DE TODOS LOS ARGENTINOS.

COMO PARA RECUPERAR Y GARANTIZAR, EL CONTROL OPERACIONAL AÉREO CONFIABLE EN TODO EL TERRITORIO NACIONAL. DEGRADADO, POR LA MISMA FALTA DE INVERSIONES ESTATALES, CRÓNICAS Y GRAVES, ANTES DENUNCIADAS. COMO POR EL RETORNO DEL CONTROL MILITAR A LA AVIACIÓN CIVIL.

LUCHA Y HERMANDAD. RECLAMOS Y CELEBRACIÓN. PARA CONMEMORAR LOS TÉCNICOS AERONAÚTICOS, NUESTRO DÍA DEL TRABAJADOR 2012.

HOY COMO AYER, LA LUCHA CONTINÚA

Buenos Aires, mayo 1 de 2012

Ricardo Cirielli
Secretario General

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