
EANA activó un AWOS en Neuquén con sensores láser y de RVR. El sistema mide visibilidad minuto a minuto para reducir desvíos y operar con mínimos más bajos.
La operación en el Aeropuerto Internacional Presidente Perón de Neuquén incorpora una nueva herramienta tecnológica destinada a mitigar las interrupciones causadas por la meteorología adversa. La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) instaló y puso en servicio un nuevo Sistema Automático de Observación Meteorológica (AWOS), infraestructura que eleva el estándar de seguridad al automatizar la toma de datos críticos para el aterrizaje.
Este equipamiento permite registrar de manera continua y en tiempo real las condiciones de visibilidad y meteorología en la pista. Según informó EANA, la implementación de esta tecnología apunta a mejorar la previsibilidad de las operaciones aéreas en la región, un factor determinante para reducir la tasa de desvíos y cancelaciones que históricamente afectan a la terminal, especialmente durante la temporada de nieblas y vientos intensos.
Desde el punto de vista técnico, el sistema AWOS (Automated Weather Observing System) representa un cambio operativo respecto a la observación tradicional. A diferencia de los reportes humanos que se emiten periódicamente (METAR), esta suite de sensores proporciona una «radiografía» atmosférica minuto a minuto, eliminando los vacíos de información durante cambios climáticos bruscos.
El sistema instalado en Neuquén es de alta complejidad (equiparable a categorías AWOS III o superiores) y se compone de sensores específicos para cada variable crítica:
- Transmisómetros para RVR: miden el alcance visual en pista (Runway Visual Range), determinando con exactitud qué tan lejos puede ver un piloto sobre el asfalto. Este dato es el «estándar de oro» para operaciones de baja visibilidad; sin medición de RVR, los mínimos legales para aterrizar suelen ser más restrictivos, obligando a cerrar el aeropuerto prematuramente.
- Ceilómetros láser (LIDAR): emiten haces de luz vertical para detectar con precisión la altura de la base de las nubes, fundamental para la decisión de aproximación.
- Sensores ultrasónicos de viento: al carecer de partes móviles mecánicas, estos anemómetros ofrecen mayor fiabilidad frente a las ráfagas patagónicas y temperaturas extremas.
Impacto en la operación
Esta información proporciona a las tripulaciones un escenario exacto de la visual disponible al momento del aterrizaje. Al contar con datos de RVR y techo de nubes certificados y constantes, las aerolíneas pueden operar bajo mínimos meteorológicos más ajustados, reduciendo la incertidumbre entre el reporte de la torre y la realidad que enfrenta el piloto en la aproximación final.
Un detalle técnico relevante de esta instalación es la incorporación de un sensor adicional ubicado en la cabecera opuesta a la utilizada para los aterrizajes instrumentales. Esto permite monitorear el estado del viento en ambos extremos de la pista, entregando un conjunto de datos más exhaustivo tanto al personal de control de tránsito aéreo como a las líneas aéreas.
Imagen: ilustrativa



