El Gobierno busca pasar la motosierra por los convenios aeronáuticos
AEROLÍNEAS ARGENTINAS
Mariano Beldyk
La negociación con APLA, AAA y APA avanzaba con paso desigual pero cierto optimismo. Mientras tanto, los controladores anunciaron cuatro jornadas de paro.
La negociación de Aerolíneas Argentinas con tres de los gremios aeronáuticos avanzaba al cierre de esta edición con paso desigual para los tres gremios pero cierto optimismo sobre la posibilidad de encarar una resolución final.
Mientras tanto, desde la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) anunciaron cuatro días de medidas de fuerza que impactarán sobre los servicios aerocomer y no comerciales este sábado 16, el lunes 18, miércoles 20 y viernes 22 de noviembre.
En cada jornada se afectará un mayor o un menor número de servicios aéreos, de cabotaje e internacionales.
Al igual que el viernes y el lunes, los representantes de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) fueron convocados de manera escalonada. Al cierre de esta edición, fuentes vinculadas a las negociaciones comentaron a El Cronista que tanto la AAA y APLA estaban más cerca de llegar a un entendimiento que los dirigentes de APA, donde asoman otras cuestiones como la privatización de Intercargo y los despidos de la última semana.
La última versión que circulaba es que en términos salariales, Aerolíneas pretendía replicar el acuerdo de septiembre con UPSA y APTA del 14% y los gremios pedían actualizarlo.
Los técnicos aeronáuticos, de hecho, ya avanzan en la negociación del último trimestre.
Pero el ajuste que se pretende en la Rosada va también sobre lo que definen como «privilegios» que consumen recursos o le impiden presa generarlos. En este sentido, tres de los temas que se pusieron sobre la mesa tienen relación con las plazas para los vuelos, las postas de hotel y los remises que trasladan a las tripulaciones de sus alojamientos al aeropuerto.
Según trascendidos, uno de los reclamos al personal de aire es para que resignen sus pasajes y las plazas de descanso a disposición en clase Ejecutiva, por plazas en una clase de menor rango. También pretenden que la hora de trabajo se contabilice desde el arribo al aeropuerto del remís que los transporta. En paralelo, permitir la asignación de las tripulaciones a vuelos de cabotaje o internacionales y sin distinción de avión, constituyendo un pool único de servicio.
Y que las noches de estadía en destino se reduzcan.
Otro punto sobre el que ponía particular énfasis la empresa, según advirtieron en la previa los gremios, eran los beneficios por cumpleaños.
Acorde al convenio colectivo vigente, los pilotos cuentan con un descanso obligatorio de diez días al mes, dos de los cuales incluyen 48 horas en la fecha de cumpleaños -el mes que corresponda- y la jornada posterior.
Este es otro derecho en discusión para que no sea más un día libre obligatorio.
La lista pretendida por el Gobierno es más extensa a incluye otros aspectos vinculados a la desregulación del servicio que impulsan desde las primeras decisiones de Federico Sturzenegger en septiembre como liberar la venta a bordo de productos, los servicios de auto check in y self bag drop en las terminales aeroportuarias.
También la prestación de servicios en los hangares. la emciales. Desde la Rosada apuntan a beneficios como los remises, plazas de descanso en vuelo y noches de hotel.
