El hallazgo de cocaína en un avión desnudó las fallas en los controles en el Aeropuerto de Ezeiza

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18/01/2020 07:08 – Clarin.com 
Mariano Gaik Aldrovandi

Los investigadores buscan descifrar por dónde ingresó la droga a la terminal. Creen que pudo haber más envíos.

El momento en que suben las cajas con cocaína dentro del avión.
La droga apareció en el último lugar posible. Estaba arriba de un avión a punto de partir hacia Holanda. Un operativo rápido y efectivo logró frustar la maniobra de contrabando. Pero las alarmas sobre la seguridad en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza quedaron encendidas. Los investigadores trabajan ahora en detectar las fallas en los controles que permitieron que 87,55 kilos de cocaína terminaran en la bodega de un Boeing 747 de KLM Cargo. Y también le pedirán explicaciones a la empresa.
El caso tiene hasta el momento ocho detenidos . Cinco son argentinos y empleados de la empresa Martinair Holland, perteneciente a Air France – KLM, y tres son holandeses, integrantes de la tripulación del avión. Los más complicados son Adrián Enrique Álvarez (33) y Víctor Gil (47). Los dos aparecen en un video bajando las cajas con cocaína de una camioneta y subiéndolas al avión en la Terminal de Cargas Aeroportuarias (TCA), el martes cerca de las 11.
Los 82 ladrillos aparecieron en tres cajas que habían sido metidas entre las redes que contenían a los pallets que sí habían pasado por los escáneres de la Aduana. Dos tenían etiquetas de lubricante de avión y la tercera estaba sin rotular. El Boeing tenía que transportar además cerca de 40 caballos de polo y un equipo de cuidadores.
Además del video, Álvarez sumó un nuevo elemento en su contra. Como publicó Clarín este viernes, en su camioneta Dodge RAM, peritos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) encontraron restos de cocaína, marihuana y éxtasis. Este dato significa varias cosas. Por un lado, es una prueba que Álvarez habría sido quien transportó la cocaína hasta el aeropuerto.
Pero por otro, los indicios de marihuana y éxtasis –sustancias que no aparecieron en el operativo del martes– hacen sospechar de un mecanismo aceitado de ingreso o egreso de droga al aeropuerto. Un dato no menor es que Ezeiza suele ser una ruta de salida para la cocaína y, a la vez, de entrada para las drogas sintéticas.
Justamente, muchas de las “mulas” que son detenidas con pastillas de éxtasis en la Argentina provienen de Holanda. Para los investigadores, una de las hipótesis es que la cocaína incautada en el avión sea parte de un “intercambio” de sustancias entre una banda local y una europea.
Como se ve en el video, Álvarez y Gil bajaron las cajas con cocaína de una camioneta Renault Kangoo blanca de la empresa en la que trabajan. Los restos de droga en la Dodge RAM abren entonces un interrogante: ¿dónde se hizo el traspaso de la mercadería de un vehículo a otro?
La cocaína fue encontrada este martes en un avión de KLM Cargo (Foto: Martín Bonetto).
El estacionamiento de los empleados de operaciones está muy cerca al sector de las terminales de carga. ¿Entraron un vehículo particular a una zona restringida o las camionetas de la empresa salieron y volvieron a ingresar sin que nadie las revisara? Está claro que algo falló en los controles de ingreso a la TCA.
“Que haya droga es un riesgo mínimo. Así como entraron la cocaína pudieron haber ingresado explosivos o cualquier otra cosa”, dijo con preocupación una fuente del caso a Clarín.
Un antecedente que expuso las fallas en los controles es el de la «banda de abrevalijas» que sacaba artículos robados del Aeropuerto de Ezeiza con una camioneta de Aerolíneas Argentinas. Por ese caso, en julio del año pasado hubo diez detenidos después de 14 meses de investigación.
Para la Justicia, Martinair Holland también tiene que brindar explicaciones ya que tiene facultad de control sobre la carga. El juez a cargo de la investigación, Javier López Biscayart, citó a indagatoria al representante legal de la empresa para la semana que viene.
De mínima, los procedimientos de control de Martinair también fallaron. El castigo que podría recibir la compañía, de ser encontrada responsable, va desde una sanción económica hasta la inhabilitación para continuar operando.
Los 82 ladrillos de cocaína en la bodega del avión.
Los investigadores trabajan además en la procedencia de la droga . Para eso será clave el análisis de los celulares de los detenidos, sobre todo los que les secuestraron a Álvarez y Gil. El juez ordenó pericias sobre el contenido de los aparatos, sus contactos y entrecruzamiento de llamadas para identificar a más integrantes de la banda.
Todavía no se sabe quién es el dueño del cargamento , que en la Argentina está valuado en más de 500 mil dólares. En Europa ese número puede quintuplicarse. “No parecen ser ellos los líderes de la organización”, dijo a Clarín una fuente del caso.
En la casa de Gil, que estuvo más de 24 horas prófugo, la Policía se encontró con algo curioso: tenía en su poder 15 computadoras . Todas estaban en funcionamiento. Por lo que el juez también ordenó peritarlas para saber si se usaban para comunicaciones como parte de la maniobra de contrabando.
En su declaración indagatoria, Gil responsabilizó a Álvarez por todo y no quiso responder preguntas. Mientras tanto, Álvarez se negó a declarar. Los otros tres detenidos argentinos dijeron no tener nada que ver con la droga encontrada en el avión y desconocer la maniobra.
Lo mismo hicieron los tripulantes holandeses, que declararon con un traductor de por medio. No obstante, el juez se tomará los diez días de plazo para resolver sobre sus detenciones, según informaron fuentes judiciales a Clarín .
En el caso interviene también la Fiscalía Nacional en lo Penal Económico N° 2 a cargo de Emilio Guerberoff, y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) a cargo del fiscal federal Diego Iglesias.

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