El mega-DNU 70/23 ya no se cae y Javier Milei se aseguró 30 desregulaciones clave

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letrap.com.ar

GOBIERNO A DECRETAZOS

La oposición dura no pudo derogar el acto administrativo. Bloqueo de Encuentro Federal y la UCR blue en Diputados con lobby inmobiliario. La votación testigo.

A poco de cumplirse un año de su publicación, el DNU 70/23 que habilita desregulaciones comerciales, civiles y económicas sigue vigente: la oposición fracasó en su última oportunidad de derogarlo y Javier Milei se aseguró 30 desregulaciones claves. El Senado lo rechazó, pero en Diputados nunca se trató, por la resistencia de dos bloques a que, aunque sea por un día, vuelva a estar vigente la ley de alquileres.

Desde su publicación, el decreto parecía destinado a ser letra muerta, porque surgieron cuestionamientos desde todas las fuerzas políticas, con decenas de comunicados de rechazo. Al terminar el período ordinario sin derogarse, seguirán vigentes las desregulaciones que se convirtieron en puntal de su primer año de gestión. Hubo una votación en la última sesión de Diputados y no obtuvo mayoría para ser tratado, pero tampoco alcanzó el número necesario para el cuórum.

En el Senado la historia fue otra. El rechazo al DNU creció rápido y Victoria Villarruel no pudo detenerlo: el 14 de marzo resistió a la presión de la Casa Rosada, abrió el recinto y una mayoría votó en contra: el resultado fue 42 a 35 votos.

El rechazo lo lideró Unión por la Patria (UP), seguido por radicales díscolos (Martín Lousteau y Pablo Blanco) y outsiders que ahora son aliados del Gobierno; Carlos Espínola y Edgardo Kueider. Desde aquel día, si en Diputados el DNU se rechazaba, quedaba automáticamente derogado. Con 39 de 257 bancas, el Gobierno logró sostenerlo durante todo el período ordinario y a esta altura parece imposible que pueda ser volteado.

El jefe de UP, Germán Martínez, se pasó el año buscando los votos para llegar a la mayoría. Hasta hizo un fallido intento de sesión el 30 de abril, el mismo día de tratamiento de la ley bases. Lo dejó caer, porque supo que podía perder, la misma razón por la que no volvió a pedir una sesión, motivo de rispideces en la última reunión de bloque.

La ley de alquileres, adentro

Durante el año, la oposición dialoguista había elevado muchas propuestas para que su contenido no se borrara del todo, como sustituirlo por leyes espejo y en tal caso desmenuzar su contenido.

Ese plan, que tuvo proyectos presentados por la senadora Carolina Losada y el diputado Martín Tetaz (UCR), quedó en el olvido porque para ejecutarse requería de una coordinación muy compleja en un recinto hiperfragmentado y sin líderes legislativos sólidos. De esta manera, cualquier reemplazo del decreto por una ley requiere un tiempo sin que ninguno de los artículos del DNU se aplique.

En las últimas semanas, la generación de una nueva alianza opositora provocó la última esperanza de que el DNU 70 se hiciera trizas. Martínez inició gestiones con Encuentro Federal (EF) y Democracia por Siempre (DPS), el nuevo bloque de la UCR. Junto a la izquierda, estas fuerzas pueden reunir una mayoría y borrar el DNU 70.

No fue posible porque en EF y DPS no estaban dispuestos a que se retomara la ley de alquileres. Los escraches en las redes sociales serían inmediatos y el estigma los acompañaría por siempre. «Esto es increíble: están respondiendo al lobby de las inmobiliarias porteñas», se lamentó Martínez durante la última reunión de su bloque.

La izquierda dejó testimonio de la vigencia del DNU 70 en la última sesión, cuando la diputada Vanina Biassi pidió un apartamiento del reglamento para incluirlo en la orden del día. El planteo no tenía destino, porque se requerían dos terceras partes del recinto, pero si la mitad más uno votaba a favor habría quedado testimonio de que el decreto podía ser derogado en cualquier momento.

No ocurrió: sólo hubo 113 votos a favor, 110 negativos y 11 abstenciones. Faltaron 16 para el número mágico del cuórum. Demasiado. No apoyaron el tratamiento los partidos provinciales, la Coalición Cívica y una parte de EF y DPS. Eran las cuentas que tenía Martínez.

Las 30 desregulaciones

Milei se garantizó así la vigencia de los más de 300 artículos del mega-DNU para el resto de su gestión, a excepción de algunos capítulos laborales que fueron declarados inconstitucionales por la Justicia. De todos modos, esos temas fueron abordados en la Ley Bases. Ambas medidas fueron redactadas por Federico Sturzenegger.

Además de la derogación de la ley de alquileres, el megadecreto borra la ley de abastecimiento, la de góndolas, la de compre nacional, la del observatorio de precios del Ministerio de Economía, la de promoción industrial, la de promoción comercial, la de tierras y la normativa que impedía privatizar empresas y la del régimen de sociedades del Estado.

También permite transformar a las sociedades del Estado en sociedades anónimas, reforma el código aduanero y la ley de manejo del fuego. Borra las regulación azucarera, libera el régimen jurídico aplicable a la industria vitivinícola, deroga el sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera, autoriza la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas, además de la implementación de la política de cielos abiertos.

Hay dos reformas al Código Civil y Comercial: una para reforzar «el principio de libertad contractual entre las partes» y otra «para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada».

Además, desregula la medicina prepaga y las obras sociales, establece la receta electrónica, flexibiliza la industria farmacéutica y cambia la ley de sociedades, para habilitar que «los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran».

Además, desregula el servicio de internet satelital, la industria turística e incorporan herramientas digitales para trámites de los registros automotores. Todo seguirá vigente.

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