El mito de los «beneficios» de la reforma laboral: 11 de 13 países tiene menos empleo tras su aplicación

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La receta que Cambiemos y el círculo rojo presentan como “lo nuevo” ya fracasó en otros países.

“Lo que tenemos que hacer es bajar los costos y los salarios son un costo más”. La frase la dijo Mauricio Macri en 1999 y representa una definición doctrinaria del actual Presidente y de los empresarios. Prometen que con una flexibilización laboral llegará la famosa lluvia de inversiones que terminó en sequía. Sin embargo, la receta que Cambiemos y el círculo rojo presentan como “lo nuevo” ya fracasó en otros países.

El informe elaborado por el equipo de economistas de Economía UNDAV, advierte que de 13 países que realizaron políticas de flexibilización laboral en el mundo, 11 vieron una reducción de su empleo del orden del 2% a lo largo de 5 años.

Cayó en Grecia (-5,2%), México (-2,7%), República Checa (-2,3%), Estonia (-1,9%), Italia (-1,7), Portugal (-1,4%), Hungría (-1,2%), Eslovenia (-0,9%), España (-0,8%). También en Nueva Zelanda (-0,6) y Francia (-0,3%). Sólo Hubo dato positivo en Holanda y Reino Unido.

Al respecto, el documento de la UNDAV menciona que “una flexibilización de las condiciones laborales terminará conduciendo a una mayor precarización de las relaciones laborales” y además “que dicha política contribuya al crecimiento y al repunte del empleo, tiene pocos fundamentos en la evidencia empírica”.

El presidente de la Cámara de la Construcción, Julio Crivelli, que se sumó al pedido flexibilizador del empresario Martín Cabrales que había exigido al Gobierno que sea “más fácil despedir”. En línea con el dueño de Café Cabrales, Crivelli pidió lisa y llanamente “poder despedir sin causa a empleados en todas las industrias y comercios”.

El objetivo es eliminar derechos laborales básicos de los trabajadores, llevar el “modelo Rappi” a todos los sectores. El sueño del círculo rojo de un país sin sindicatos que toma fuerza por la sintonía con el gobierno de Cambiemos y la demonización de los medios a todo gremio o dirigente que sale en defensa de los trabajadores. La semana pasada, Macri tuvo como blanco al camionero Hugo Moyano (“cobra por izquierda”), al bancario Sergio Palazzo (“es un prepotente y patotero” y al aeronáutico Pablo Biró (“es disparatado”).

A contraposición de quienes plantean la necesidad de una reforma laboral “por el alto costo del trabajo”, Argentina no integra el lote de países del mundo con mayor costo impositivo.

Las cargas impositivas sobre el salario son 10 puntos porcentuales más altas en Alemania y Francia que en Argentina. Se trata de otro dato duro que derrumba uno de los pilares del Gobierno y del sector empresarios.

El informe elabora un ránking de países donde los impuestos sobre el trabajo son los más altos. Bélgica es el primero con 52,7%, lo siguen Alemania con 49,5%; Italia con 47,9%; Francia y Austria con 47,6%; Hungría con 45%; República Checa con 43,7% y Eslovenia con 43,3%.

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