El sector aeronáutico vital para el desarrollo de la economía y la mejora de la calidad de vida, por Estefanía Matesanz, decana del COIAE

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Previo a la crisis desatada por el COVID-19, el sector del transporte aéreo llevaba una continua trayectoria ascendente, duplicaba su facturación cada 15 años, crecía anualmente el número de los pasajeros transportados, así como el de las toneladas de mercancías transportadas.

De repente, azota una crisis mundial sanitaria, que afecta al sector como nunca antes lo había hecho ninguna otra crisis. Se cancelan miles de vuelos, las aeronaves se quedan en tierra, se produce una situación sin precedentes en las compañías aéreas y en el sector en general… y, por supuesto, lo peor, muchas vidas se perdieron (y se siguen perdiendo) por el coronavirus.

Lo único positivo ha sido que las ganas de volar se mantuvieron casi intactas (como así se reflejaba en encuestas de IATA), lo que facilitará la recuperación del sector cuando pueda darse por finalizada la emergencia sanitaria.

Por otro lado, el sector aeronáutico, que tradicionalmente viene desempeñando un papel muy relevante en el desarrollo económico de España, aportando aproximadamente el 2,5 por ciento del PIB nacional de forma directa y mucho más de forma indirecta, ya que permite la llegada de turistas (más de 83 millones en 2019), en el momento en que se desata la crisis sanitaria se erige como la mejor opción para proveer a los sanitarios y a la población en general del material necesario para salvar vidas.

Durante la pandemia, algunos aviones fueron modificados y adaptados para el transporte de mercancías, adicionalmente a los cargueros ya existentes, para apoyar la logística de la gestión de la crisis.

Una vez que lo peor de la pandemia ha pasado, se observa cómo poco a poco se vuelve a la normalidad. Las aerolíneas vuelven a volar lo que hace que los aeropuertos paulatinamente comiencen a recuperar su actividad. A pesar de ello, todavía falta mucho para alcanzar los niveles de 2019, ya que siguen existiendo muchas restricciones e incertidumbres en gran parte del mundo. Y más ahora con la guerra en Ucrania. ¿Cuáles son las claves para la recuperación?: entre otras, innovación y políticas ESG.

Innovación

El sector está trabajando e invirtiendo entre un 8 y un 11 por ciento de su facturación en I+D+i con el objeto de tener aeronaves, aeropuertos y una gestión del tráfico aéreo más eficientes y sostenibles. Es necesario que se promueva e incentive la innovación desde y por la Administración en colaboración con la empresa privada, ya que, dentro del sector aeronáutico, el retorno de la inversión es notablemente eficiente.

Políticas ESG

En el sector aeronáutico en general, y el transporte aéreo en particular, así como el COIAE, se es consciente de que la sociedad nos demanda mejoras en sostenibilidad, algo en lo que el sector ha trabajado desde el origen mismo de la industria aeronáutica. Es importante recordar que el sector ha reducido las emisiones acústicas de las aeronaves un 75 por ciento en los últimos 50 años y se ha mejorado la eficiencia energética en un 60 en las últimas 4 décadas, logrando que, a pesar de que el transporte aéreo mundial llevó a más de 4.300 millones de pasajeros, sus emisiones de C02 fueron menores del 3% de las totales a nivel mundial. A pesar de ese bajo porcentaje, es importante recordar el sector se ha comprometido a la neutralidad de las emisiones netas totales de CO2 para el año 2050. Sin duda, es uno de los que más se ha comprometido en materia de sostenibilidad.

A tener en cuenta también, en esta senda de recuperación frente al COVID es el PERTE aeronáutico, que ayudará a conseguir estas metas marcadas. Así mismo, espera que el ruido de fondo existente sobre la posible cancelación de los vuelos de corto alcance, sea solo eso, ruido de fondo, ya que frenaría en seco el desarrollo de la propulsión eléctrica en la aviación. En el COIAE hemos realizado un estudio en el que se concluye que los vuelos cortos (aquellos susceptibles de ser reemplazados por trenes en trayectos con una duración inferior a 3 h.) suponían menos del 0,1 por ciento de las emisiones totales en 2019. Está claro que su eliminación sería una medida cosmética que perjudicaría enormemente al sector y no tendría ningún impacto en el medio ambiente.

Volvemos a la innovación. Más ejemplos: los aeropuertos están invirtiendo en la mejora de la experiencia del pasajero, se están desarrollando sistemas biométricos, reconocimiento de identidad digital, tecnologías de gestión colaborativa en tiempo real, que harán que el paso por el aeropuerto sea mucho más agradable. Sin olvidar, como hemos mencionado anteriormente, la componente de sostenibilidad, ya que la red de aeropuertos de Aena ha apostado fuerte por las energías renovables y en su plan se compromete una inversión de 350 millones de euros y tiene como objetivo generar el 70 por ciento de la energía que consumen sus aeropuertos. Y por no decir lo estupendos que son todos los aeropuertos de la red de Aena.

Desde el COIAE tenemos un claro compromiso con estos aspectos. En innovación hemos creado el primer Think Tank aeronáutico de España, en el que participan tanto miembros del COIAE como empresas, y en el que se lanzan y/o promocionan proyectos concretos. Se ha lanzado ya uno junto con Crida/Enaire y la UPM enfocado en la navegación aérea y en breve lanzaremos dos en colaboración con el Ejército del Aire, en relación a la BACSI. Recientemente, hemos publicado un informe sobre innovación con una visión muy completa del sector. Por último, disponemos también de un comité enfocado en industria y un sector emergente: los “drones”.

En sostenibilidad: hemos realizado hasta la fecha tres informes en los que reflejamos todo lo realizado por el sector en esta materia de sostenibilidad, realizamos la I Cumbre del Clima Aeronáutico y tenemos un comité permanente trabajando en la materia. Para nosotros algo a tener en cuenta es dar la máxima información posible, veraz, para evitar la mala prensa que, injustamente, es comentada de nuestro sector. El compromiso y el trabajo de este sector en reducir emisiones, ruido y en ser mejores con el medio ambiente es incuestionable.

Se puede concluir, sin miedo a equivocarse, que este es un sector vital para el desarrollo de la economía y para la mejora de la calidad de vida de los seres humanos. Cuanta más unión y más colaboración pública-privada, más apuesta por la innovación y la excelencia, mejor y más crecerá el sector.

Por Estefanía Matesanz
Decana del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE)

Fuente: airline92.com

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