Hugo Moyano, a punto de ser triunviro de la CGT
El líder camionero volverá a la central obrera tras la dimisión de Pablo Moyano
Felipe Yapur
El jefe sindical, de 80 años, les ofreció el puesto a varios hombres de su confianza. No tuvo éxito. La semana que viene, junto a los otros triunviros, se define su retorno.
La salida de Pablo Moyano del triunvirato conductor de la CGT generó más problemas hacia dentro de la organización sindical de camioneros que al consejo directivo de la central obrera. Y es que la renuncia sorprendió a propios y extraños, tanto que Hugo Moyano tuvo que buscar entre sus dirigentes más cercanos y de confianza el reemplazo para el asiento que había liberado su hijo.
No le resultó fácil, recibió más negativas de las que esperaba y ahora no le quedó otra alternativa que volver a ocupar un puesto de conducción en la mismísima CGT.
Falta el anuncio oficial y también una reunión con los actuales triunviros que se concretará la semana próxima cuando se reúna la mesa chica ampliada.
Hugo Moyano tiene 80 años y no estaba en sus planes volver a la sede de Azopardo y avenida Independencia para ocupar una de las poltronas cegetista. Sin embargo, todo indica que el retorno está casi asegurado ante la falta de alternativas.
Así, Moyano retomará al cargo que ocupó entre 2004 y 2016.
Cuando Pablo pegó el portazo, la silla de triunviro no quedaba vacante sino que continuaba perteneciendo al gremio de Camioneros.
Por eso el jefe de la familia Moyano comenzó a revisar la lista de dirigentes de confianza para que ocupen ese puesto. Le ofreció el cargo a Marcelo Aparicio, que ocupa la secretaría gremial e interior de camioneros. Agradeció el convite pero declinó.
Luego fue el turno del secretario de Políticas de Transporte del gremio, Omar «Manguera» Pérez.
También agradeció el ofrecimiento pero le dijo a Moyano padre que prefería seguir con su tarea en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), donde el sindicato de camioneros tiene un rol protagónico.
No es para menos, la CATT integra la Mesa Nacional del Transporte, espacio multisectorial desde donde Pablo Moyano busca continuar trabajando en el objetivo de renovar un plan de lucha contra el gobierno de Milei.
El último que consultó, dicen en el gremio, fue el titular del sindicato en Chubut, Jorge Taboada.
Según confiaron a este diario, Taboada se negó de entrada a ocupar ese puesto. Entre lo argumentos utilizados hubo motivos políticos pero también una fuerte desconfianza que, afirma, le generan los otros dos triunviros. Así fue que dijo una vez más que no y dejó a Moyano pensativo.
Moyano padre, antes de realizar esta ronda de consulta le había dicho a sus íntimos que no iba a ocupar un puesto de tanta responsabilidad.
Sin embargo la sucesión de rechazos lo hizo reconsiderar su promesa. El punto a tener en cuenta, según destacan algunos de los militantes del gremio de camioneros, es a qué CGT llega el histórico líder.
A una central sindical excesivamente inclinada al diálogo con un gobierno que no tuvo una medida que favoreciera a los trabajadores.
El ejemplo que señalan es que el gobierno anunció la puesta en marcha del autoservicio en las estaciones de servicios, una medida que perjudica a unos 70 mil trabajadores de ese rubro y que el titular del gremio que los representa todavía no abrió la boca.
No es para menos, se trata de Carlos Acuña, el titular del gremio de los trabajadores de estaciones de servicio y triunviro de la CGT.
La pelea Pablo Moyano dejó el triunvirato el pasado 22 de noviembre.
Lo hizo cansado de no lograr que sus compañeros de conducción retomen la acción que tuvo la central obrera a principio de año, cuando en enero realizaron un paro nacional y movilización y participaron de otras tantas multitudinarias marchas.
«He tomado la decisión de renunciar a mi cargo como cosecretario general de la Confederación Federal del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada mesa chica», rezaba lacónica la nota de renuncia Moyano hijo.
A diferencia de lo ocurrido en 2022, donde Hugo Moyano convenció a su hijo de no abandonar la CGT, en esta oportunidad dejó partir a su vástago, quedando él como aliado de Héctor Daer y Acuña, los triunviros dialoguistas.
Al menos por ahora.
