Impuesto a las ganancias: la trampa del gobierno por la cual lo pagarán todavía más trabajadores

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gestionsindical.com

El ajuste por inflación previsto deja afuera casi un semestre y así, muchos más podrían ser gravados por el Impuesto a las Ganancias. Chispazos en la CGT, que había pedido lo contrario.

No hay tranquilidad dentro de la CGT y uno de los motivos -el principal- tiene que ver con la reglamentación que hizo Javier Milei del Paquete Fiscal en lo que respecta al Impuesto a las Ganancias, que dejó mal parado al sector dialoguista de la central obrera y, fundamentalmente, llevará a que sean todavía más los trabajadores que sufran descuentos en sus salarios en los próximos meses.

La próxima reunión del Consejo Directivo de la CGT está convocada para este jueves. La fecha se dispuso en una reunión de mesa chica, hace dos semanas, en la que además primó la postura de dialogar con el Gobierno, respaldada por Héctor Daer, Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez, por sobre la más combativa, personificada en Pablo Moyano.

Así, se descartó la realización de un nuevo paro nacional y se votó por gestionar una reunión con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, que horas más tarde se confirmó y se realizó pocos días después.

Una reunión sin resultados

El encuentro con el Gobierno fue un comienzo auspicioso para los dialoguistas. Pero los resultados de la reunión terminaron jugándoles en contra. En la reunión, la CGT presentó lo que considera son los principales reclamos de los trabajadores que representa, con pedidos concretos: uno de ellos, la actualización de los valores a partir de los cuales se dispuso que los trabajadores vuelvan a pagar el Impuesto a las Ganancias.

Cordero calificó de “cordial” la reunión y de “razonables” los reclamos de los dirigentes sindicales pero, ya haya sido por falta de peso dentro del Gobierno o por suscribir él mismo la fórmula oficial de negociar cosas y luego no cumplirlas, después ninguno de esos pedidos fue tenido en cuenta.

La principal solicitud -cuyo ninguneo oficial ahora genera chispazos dentro de la CGT– pasaba por la idea de que el mínimo no imponible tuviera una indexación por inflación a partir del día en que el Gobierno presentó el proyecto para reponer el Impuesto a las Ganancias.

El pedido tenía lógica: si en enero, cuando se redactó el proyecto de ley, se dispuso un piso salarial de $1,8 millones para empezar a pagar, ahora, con toda la inflación pasada durante el primer semestre, la cifra equivalente sería de $3,2 millones. Además, la CGT reclamó que se estableciera un mecanismo automático para que el mínimo no imponible se fuese actualizando por inflación.

Por el Impuesto a las Ganancias, el sector dialoguista de la CGT quedó mal parado ante Pablo Moyano.Ninguna de las dos cosas fueron consideradas. Aun cuando Cordero había dicho que los pedidos de la CGT eran razonables, el decreto 652/24 publicado en el Boletín Oficial para reglamentar la ley de paquete fiscal los ignoró por completo.

Qué pasa con el Impuesto a las Ganancias

En ese decreto reglamentario se dispone un mecanismo de actualización semestral que recién entrará en vigencia a partir del 1° de enero de 2025 y considerará la inflación del semestre anterior.

Pero el Impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría (el que grava los salarios de los trabajadores) entra a regir ya con los sueldos de julio de 2024, y lo único que se dispuso para el segundo semestre de este año fue una actualización por única vez en septiembre, basada en la inflación acumulada de junio, julio y agosto.

Es decir que desde la redacción de la ley hasta el primer ajuste del mínimo no imponible pasarán nueve meses, y recién entonces se aplicará un ajuste que no tendrá en cuenta los primeros cinco de esos nueve meses, que fue cuando más inflación hubo.

Así, ya en agosto, todos los trabajadores a quienes se les incremente su salario -por paritarias o por acuerdos con su empleador- correrán riesgo de que ese aumento los haga entrar entre quienes pagan el Impuesto a las Ganancias. Hasta podría darse el caso de que cobren lo mismo o menos de bolsillo después del aumento que antes.

Lo mismo ocurrirá entre septiembre y diciembre con los gremios que consigan mejorar en esos meses sus ingresos reales, algo que el propio Javier Milei dice que ya está ocurriendo.

Por otra parte, la ley no exime las sumas no remunerativas, horas extras y otros adicionales para el cómputo, algo que también había pedido la CGT. Tampoco estipula una alícuota especial para los trabajadores de zonas desfavorables como regía previo a la nueva ley de septiembre de 2023. Las únicas excepciones resultaron las de los trabajadores petroleros “de pozo”, y los de Tierra de Fuego

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