Informe especial sobre Seguridad aérea

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PÉRDIDA DEL PRINCIPAL PATRIMONIO DE LA AVIACIÓN: LA SEGURIDAD

«El problema de esta época es que tenemos mucha información, pero muy pocas verdades» Citado en Airframe, por Michael Crichton (Escritor estadounidense 1942- )

Cuando de SEGURIDAD AÉREA se trata, es preciso considerar un gran número de aspectos. Entre ellos: el mantenimiento (con todos los factores que éste involucra); el control del tráfico aéreo; la seguridad de los aeropuertos; el entrenamiento de Técnicos y Pilotos; y por sobre todas las cosas, la participación responsable de las empresas de aviación y los organismos encargados de hacer cumplir las normas aeronáuticas en vigencia. Cabe incluir en esta lista una legislación laboral apropiada, que permita el normal desenvolvimiento de la actividad aerocomercial.

El cúmulo de exigencias financieras y técnicas a tener en cuenta en el comercio aéreo, hacen de éste un negocio de alto riesgo para cualquier inversor. Por esta razón es que en muchos casos fueron los ESTADOS quienes se hicieron cargo, en forma indirecta por medio de subvenciones o directamente como dueños, del lanzamiento y sostenimiento de este nuevo medio de transporte, pieza clave para la integración y desarrollo de las naciones, tanto a nivel regional como mundial.

Cuando tradicionalmente un empresario decide incorporarse al mercado de la aviación, lo hace en un marco de control gubernamental sumamente estricto, con reglamentaciones para el mantenimiento y reparación de aeronaves extremadamente exigentes. Las mismas, hacen que los márgenes de ganancia sean mucho más acotados que en otro tipo de actividades. Por ejemplo, existe la obligación de reemplazar partes del avión, que en otros medios de transportes podrían repararse cuando se rompen, y que en la aviación deben ser cambiadas; aún cuando su uso fuera de esta actividad, podría prolongarse por mucho más tiempo.

Fuente: Revista Flight International del mes de Enero de 1997

Pero con el surgimiento en 1978 de la desregulación aerocomercial como instrumento indispensable para el desarrollo y la competitividad empresarial, se absolutiza el rol protagónico del MERCADO, minimizando como contraparte la indispensable función del Estado, que comprende entre otras,la de fijar reglamentaciones claras, adecuadas y específicas para cada actividad, y verificar además el cumplimiento de las mismas.

Obviamente el transporte aéreo no quedó al margen de las transformaciones que cambiaron la concepción del rol del Estado, pero ha dejado como saldo de la experiencia, una larga lista de accidentes menores y catástrofes que no guardan precedente en la historia de la aviación comercial. Con ello ha quedado demostrado que el mercado podrá garantizar pasajes de tarifa reducida pero, de ninguna manera, la preservación del patrimonio más importante que debe tener la aviación: LA SEGURIDAD.

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