La aerolínea Andes resurge y suma dos nuevos aviones

RETOMÓ SU ACTIVIDAD EN JUNIO DE 2023
Lola Loustalot-lloustalot@cronista.com
La empresa de capitales nacionales destinará las incorporaciones a incrementar su oferta de asientos hacia los destinos turísticos más importantes del país.
La aerolínea local Andes, surgida en 2006 como una alternativa para suplir la falta de vuelos entre Buenos Aires y Salta, incorporó dos nuevos aviones a su flota, que estarán destinados a reforzar su oferta de asientos tanto en rutas nacionales, como internacionales.
La compañía había suspendido sus operaciones en marzo de 2020 como consecuencia de la pandemia, retomó su actividad en junio de 2023, aunque decidió hacerlo bajo el formato de chartera y no con vuelos comerciales regulares, como lo hacía hasta ese entonces.
Ahora, la empresa avanza firme en esa dirección ya que las nuevas aeronaves se destinarán a sumar capacidad para realizar viajes de egresados, charters para aquellos partidos de la Copa Libertadores que se jueguen en la región, así como para clientes corporativos en general.
A esto se suma, además, la posibilidad de brindar apoyo a otras aerolíneas, así como también la capacidad de hacer acuerdos con agencias de viaje para realizar vuelos a destinos turísticos de la Argentina, como Bariloche, Mar del Plata, Iguazú y Córdoba, además de los países de América central y Brasil.
Nacida en 2006, la primera operación de Andes fue la conexión Buenos Aires-Salta, una ruta muy demandada en ese entonces, que hizo que muchas otras aerolíneas se interesaran por volarla. Fue la puerta de entrada para Sol, Latam Argentina y Aerochaco.
Desde su fundación, Andes tuvo un crecimiento lento, pero sólido. De hecho, terminó su primer año con 94.000 pasajeros transportados. Para diciembre de 2011, ya había superado el 1 millón, lo que le permitió alcanzar el pico de su primera expansión, cuando incorporó dos Bombardier CRJ- 900 y dos Airbus A320 a su flota para hacer frente a la temporada de verano 2011-2012.
Los siguientes tres años fueron complejos. Cerró 2014 con 96.000 pasajeros transportados y su primer gran golpe llegó con la erupción el volcán Puyehue, cuyas cenizas inhabilitaron por varios meses al Aeropuerto de Bariloche, lo que provocó que no pudiera operar ciertos vuelos.
Luego, el salto que pegó el dólar entre 2013 y 2015 y los controles de cambio atentaron contra el negocio, por lo que el tráfico aéreo de pasajeros alcanzó mínimos históricos para Andes. En ese escenario, se sumaron medidas de fuerza gremiales por disputas salariales y condiciones laborales.
Hacia mediados de 2015, la situación empezó a revertirse con un contrato que Andes celebró con Travel Rock, la firma de turismo estudiantil, para transportar alumnos a sus viajes de egresados a Bariloche. Eso le dio un respiro: cerró el año con 176.000 pasajeros trasladados.
Con el cambio de gobierno y la mayor apertura del mercado aerocomercial, Andes ingresó en una segunda expansión, que la llevó a incorporar cuatro aviones y nueve destinos entre 2016 y 2017, cuando movilizó 246.000 y 641.000 pasajeros, respectivamente.
La volatilidad macroeconómica de aquel año golpeó su capacidad financiera para afrontar leasings en dólares -el pago del alquiler del avión-, lo que, sumado a la llegada de las low cost, provocó que la empresa se desprendiera de los Boeing y despidiera personal. Otros dos factores que influyeron en su caída fueron la pérdida del contrato con Travel Rock en 2019 y una deuda millonaria de la provincia de Chubut con la compañía.
Tras la pandemia, la empresa dejó de operar vuelos comerciales y empezó a volar como chartera.



